Capítulo 17

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Elena pensó mucho en las palabras de su madre

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Elena pensó mucho en las palabras de su madre. Tenía razón, no debía apresurar las cosas entre ella y Pablo, apenas había cumplido los 15 años, solo un mes atrás ella se consideraba un niña, ahora podía decirse que era toda una mujercita. Aunque sabía que le quedaba un largo camino que recorrer.

Pensó en su verdadera madre. Ella también conoció a un chico de quién se enamoró, se embarazó de él y, cuando le avisó, el joven la dejó diciéndole que no quería saber nada de ella ni del bebé. Eso debió dejarla muy devastada, entendía el porqué no quiso cuidarla ni criarla, el porqué la abandonó. Y muy seguramente su madre adoptiva no deseaba que cayeran en el mismo patrón que su madre biológica.

Entendió que debía poner un límite entre ella y Pablo, no sobrepasarlo sin esperar que no hubiera consecuencias, que nada malo fuera pasar entre ambos. Él tenía más experiencia que ella, sabía lo que estaba haciendo y era más consciente pero Elena no, se notaba su inocencia y su inexperiencia en muchos aspectos, se notaba que todavía tenía miedo a quedarse sola en casa, a qué un extraño le hablara e incluso a la oscuridad, se notaba que seguía siendo una niña aunque su cuerpo ya marcaba los primeros cambios a la madurez femenina.

MARTES.

Elena pasó el resto de la mañana pintando, pensando en la plática como en las palabras de su madre, pensó en el beso que compartió con el chico y lo que sea que fuera a decirle.

También quiso creer que a lo mejor lo que ellos tenía podía funcionar, también supo que la respuesta sería negativa. Él estaba a un año de irse a la universidad, la dejaría sola, ahí conocería más personas y más chicas de su edad e incluso más grandes, era posible que prefiriera esa vida que estar atado a una chiquilla menor que él.

Eso la entristeció, no quedaba mucho para acabar el verano y sabía que su pequeña historia de amor terminaría. Procuraría no guardarle rencor alguno si eso pasaba, prometió recordarlo como un amor sincero que tuvo una vez de adolescente.

Pintó con ayuda de sus colores para dibujo, unos que según su abuelita le regaló pero que en realidad fueron regalo de su madre.

Pintó sin prestar atención a lo que hacía hasta que descubrió que había hecho un boceto de su madre adoptiva, uno donde se veía su rostro y la mirada seria que siempre ponía cuando pensaba en algo, la misma cara que usó con ella cuando habló sobre los riesgos de tomar una decisión precipitada.

Le mandó un mensaje a Chou, no respondió y tampoco leyó el mensaje. Después le mandó un mensaje a Bianca, otra que tampoco respondió. Hizo una mueca molesta, cuando más la necesitaba, menos estaban. Optó por probar con Daphne, ella respondió rápido y hasta le preguntó si podía marcarle.

Un verano inolvidable #1 (✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora