Capítulo 31

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Elena llegó con su amiga a la casa de Víctor

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Elena llegó con su amiga a la casa de Víctor. La vio dudar, dar unos pasos hacia atrás mientras ella esperaba que alguien saliera.

Al cabo de varios minutos, Víctor abrió la puerta, con una expresión molesta en su rostro, parecía que acabara de levantarse. Y lo entendía, estaban a nada de regresar a la escuela, así que debían aprovechar al máximo el resto de días libres.

Las miró sin creer que estuvieran ahí, les dió una sonrisa de lado llena de cinismo, y se cruzó de brazos.

—Miren a quienes tenemos aquí —pronunció, lleno de sarcasmo—. Si es la pintora y su amiguita la tímida. —Daphne se ruborizó por completo y bajó la mirada, Elena frunció el ceño y se puso adelante de él, cubriendo así a su amiga.

—Solo venimos a preguntar por Pablo. Le tengo un regalo y quería dárselo. —La expresión del chico cambió a una llena de preocupación.

—Pablo… tuvo que irse hoy de emergencia. —Tanto Daphne como Elena se mostraron sorprendidas.

—¿Cómo? ¿Qué pasó?

—Me imagino que te contó sobre su padre.

—Sí, me contó del accidente y que murió. —Victor frunció el ceño.

—¿Te dijo que murió? —Asintió—. No, mi tío no murió. Quedó paralítico, pero logró sobrevivir al accidente. Lo que pasó ese día era que lo llevó a la fuerza al parque, para que siguiera aprendiendo a subirse a una, ese día tuvo una discusión muy fuerte con mi tía, así que se dedicó a beber y se lo llevó en estado de ebriedad. Pablo no quería ir, él se soltó en medio de la calle, mi tío regresó por él y fue cuando vio el coche acercarse, empujó lejos a Pablo recibiendo el impacto.

A Elena le costaba mucho asimilar la información nueva.

—¿Y por qué me mintió? —Se encogió de hombros.

—Tal vez como una manera de lidiar con la culpa. Desde niño siempre pensó que fue su culpa, que él provocó el accidente de su padre. Tal vez le da pena que la gente descubra en el estado que su padre estaba, que sé yo. Es mejor que le preguntes directamente a él.

—Pero, ¿por qué se fue?

—Su padre está en terapias, hace un tiempo le dijeron que sí puede volver a caminar con terapias. Actualmente anda en muletas hasta que aprenda a andar solo; el punto es que se cayó en una de sus prácticas, y se lastimó de nuevo, cuando se enteró, quiso irse lo más rápido posible. Se fue hoy en la madrugada, ¿no te avisó? —Negó—. Demonios —soltó, entre dientes.

Elena le dió una mirada a Daphne que la joven solo asintió con la cabeza.

—¿Tú sabías si Pablo conoció más personas aquí?

—No, que yo sepa. Todo el tiempo estuvo contigo y hablaba de ti todo el tiempo, llegué a pensar que estaba enamorado de ti o algo así —Se rió divertido, pero sin burla o sin doble intención de su parte—. Hasta que lo ví hace unos días con otra chica, una que vino a una fiesta la semana pasada y se conocieron. Cuando decía que pensaba salir, pensé que estaría contigo, hasta que lo ví ayer con aquella chica en un café y los ví… no sé cómo vayas a tomarlo, pero parecían que eran algo más. —Elena sintió su corazón quebrarse ante esas palabras.

Un verano inolvidable #1 (✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora