Capítulo 28

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Elena esperó impaciente que siguiera hablando, hasta que lo hizo por fin

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Elena esperó impaciente que siguiera hablando, hasta que lo hizo por fin.

Le agradeció por el agua y retomó su relato, aunque la joven se adelantó a ella porque tenía una pregunta pujando en su boca, debía soltarla.

—¿Cómo supo que tenía estrés postparto? —La mujer pensó en ello, trató de recordar.

—Después de abandonarte. Cuando caí en drogas, una persona me encontró, se apiadó de mí y me ayudó a salir de ahí, claro, yo también debía hacer todo lo posible por mantenerme limpia, y lo logré. Eso fue después de que te quise llevar a la fuerza. Conocí una mujer que también cayó en las drogas, pero fue porque mató a su bebé recién nacida —Elena abrió mucho los ojos—. Ella sufrió estrés postparto, tenía ciertas partes en las que no actuaba con claridad, un día mató a la bebé por error y no se enteró de su error hasta que su esposo la encontró, la trataron y reaccionó cuando entendió la gravedad del asunto. Su esposo la dejó y ella cayó en las drogas, yo le comenté lo que sentí contigo, y me dijo que sufrí eso, después hablé con un psicólogo que ella me recomendó y que la ayudó, y también me dijo lo mismo. Estaba joven, el hombre que creía amar me engañó y traicionó de la peor manera, luego el criarte, los estudios y el seguir con mis clases de pintura me llevaron a un quiebre enorme, tuve que dejarte para que estuvieras bien.

Elena se acomodó en el sillón de manera incómoda. Jamás había escuchado hablar del estrés postparto, y quería saber que era y como afectaba a las madres.

—¿Qué pasó después de eso?

—Estuve en rehabilitación, logré salir de las drogas, el psicólogo me trató bastante tiempo y logré sanar. El hombre que me rescató con el tiempo se enamoró de mí, me apoyó con la pintura y me sacó adelante, actualmente es mi pareja y fue él quién me animó a volver, a conectar contigo e intentar arreglar las cosas. También es pintor, así que desea conocerte y apoyarte en esto, tiene una galería de arte, dijo que si estás interesada, pondrá varias pinturas tuyas ahí. Pero primero quiere que yo arregle todo contigo. Primero tenía que trabajar en que me aceptes antes de aceptar a alguien más, algo así me dijo.

—¿Y por eso quiere que me vaya con usted así como si nada? —Su madre se sonrojó ligeramente y desvió la mirada apenada.

—Más o menos, aunque no estoy tan segura de que sea buena idea. Tu abuelita me contó que aquí tu tío te trata mal, quiere que dejes de pintar para que no te vuelvas como ella o como yo, eso me hizo ver qué estaba a tiempo de volver y arreglar las cosas entre las dos porque, lo estoy, ¿verdad? —Elena volvió a dudar y bajó la mirada.

—Te perdiste muchas cosas sobre mí. Mi primera palabra, cuando caminé por primera vez, cuando entré al kinder, mi primer dibujo… —se interrumpió sabiendo que diría sobre su primer amor, su primer beso y su primera vez—. Te necesité en varias ocasiones, busqué el consejo de alguien que pudiera entenderme porque mis padres… mis tíos no sabían hacerlo; me sentí a un lado, me sentí fuera de lugar y luchando por poder encontrar quién soy yo en realidad. Tú no estuviste ahí —terminó, en un hilo de voz.

Un verano inolvidable #1 (✓)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora