Capitulo 38

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Armelle

Mi cerebro seguía procesando lo que estaba pasando, pero mi consciencia no lograba traerme de vuelta por la confusión de las palabras, el impacto en mi sistema hizo que tardara en enfocar mis ideas, y así poder moverme o hacer algo para liberar lo que sentía. Mi fuerte jamás fue expresar lo que sentía, solía tener cambios de humor muy bruscos y eso me ocasionada problemas.

Escuchar el hecho de que Viktor conociera a mi padre y que Allison me lo arrebatara incluso antes de conocerlo fue como una bomba de tiempo en mi cabeza, que en cuanto vi que le ocasionaban daño al chico, mi cuerpo reacciono lanzando a su hermana hacia el mini bar.

Rectifiqué que Viktor estuviera bien, me dirigí a Allison con toda la intención de matarla o hacerle daño, la adrenalina del momento me hacía hervir la sangre de la rabia, mi cuerpo me exigía descargar esta horrible sed de venganza contra la persona que fue la causante de esta sensación.

En cuento gire mi cuerpo, mis ojos se detuvieron en alguien que me es muy conocido. Sus ojos que me recordaban a la pintura de un océano que mi madre guardaba en el baúl de su habitación, un silencio casi sepulcral rodeo al lugar. Me quede eclipsada por un momento, que la adrenalina bajo como de la misma forma que había entrado en mi sistema.

—Creo que es suficiente —Diego interrumpe el contacto entre ambos.

—Sí, lo es.

Confusión, miedo, ira, ansiedad, entre otras más provocaba que mi estómago fuera un manojo de emociones. Trague saliva y me deje llevar por Diego a uno de los sillones, mi pierna lastimada me dolía con cada paso, y a pesar de querer evitarlo el cojeo en ella era evidente.

Mientras tanto Allison se acercaba a nosotros de nuevo, la ira que irradiaba era evidente, pero se limitó a sentarse en el sofá individual. Su mirada escaneo el lugar, imité su movimiento y me di cuenta que Viktor había desaparecido. Su mirada se encontró con la mía, a lo que respondí con una sonrisa sarcástica.

—¿Dónde está Klaus? —Cinco se dirigió hacia donde estaba sentada, justo al lado de Lila y Diego. Mi mirada se encontró con la suya, pero la aparte cuando estaba justo frente a mí. Se colocó justo en el respaldo del sofá detrás de mí, sentía sus dedos rozando mi espalda.

—Debe de estar con papá—Diego respondió, pero sin antes darme una mirada.

—Creo que deberíamos de comenzar —Luther de nuevo intento hacer que todos se mantengan tranquilos, pero estaba segura que estaban esperando alguna reacción entre Cinco y yo.

—Bien —el silencio fue interrumpido por Ben—, primero que nada, espero que descansaras Armelle, te juro que mi cama es muy cómoda...

Todos los presenten soltaron una leve risa, aunque intentaron disimularlo con una tos. Los mire confundida, hasta encontrar la mirada de Ben.

¿Qué había pasado mientras estaba dormida?

Algo no muy bueno.

—Si descansé —le sonreí a Ben confundida—, no entiendo nada.

—Habla antes de que te arranque los dedos uno a uno —Cinco apretó el sofá, llevándose un poco de mi cabello entre sus dedos, por inercia lleve mis manos para quitarle el mechón de pelo, pero mi mano termino tocando la suya, pasándome una corriente que me asustó.

Me gire a verlo y algo raro había en su mirada, no era nada similar a lo que solía expresar. Normalmente me veía con cara de odio, o incluso con ganas se asesinarme, pero esta vez había algo más, algo diferente. El deslizó sus dedos por mi pelo de forma lenta, en cuanto lo soltó coloque todo mi cabello en mi hombro derecho para evitar que se repitiera lo mismo.

Paralelo Vol 1 /Cinco Hargreeves #PGP2023Donde viven las historias. Descúbrelo ahora