Un supuesto suicidio ha ocurrido en el tranquilo pueblo de Roseanne, encendiendo todas las alarmas. Todos son sospechosos, no puedes confiar en nadie, ni siquiera en aquellos que llamas amigos. Todos tiene una parte de la verdad, como si fuera una e...
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Hay dolores que pasan, cuando niños corríamos por el parque y solemos caer de rodillas, íbamos con nuestros padres con mucho dolor, tal vez votando una que otra lágrima, pero después de una o dos semanas el dolor en las rodillas cesaba, los moretones se iban y las heridas se curaban.
Después cuando fuimos adolescentes tuvimos nuestro primer amor, nos volvimos locos amando a la persona que creíamos que era la más perfecta y adecuada para nosotros, pero luego algo pasó, que hizo que aquel mundo de dulce de azúcar y amor se desvaneciera, dejándonos con un corazón roto y promesas sin cumplir, pero pasó el tiempo, recuperamos la confianza, el corazón se sanó y al tiempo conocimos a otra persona en la que depositar nuestro amor.
Lo malo de ser adulto es que no se sana como antes, las caídas duelen más y nuestro cuerpo se demora mucho más tiempo en volver a lo que era, las caídas dejan cicatrices que son imborrables y los males de amores dejan pequeñas grietas en nuestros corazones que no se pueden reparar; Chris Pueyo una vez lo dijo, "Cuando te rompen el corazón en mil pedazos, y te agachas para recogerlos, solo hay novecientos noventa y nueve trozos".
Pero que se te rompa el corazón no solo es culpa de un gran amor.
Hay amigos que son familia, como también hay familia que son amigos, pero los primeros, aquellos amigos que quieres tanto que ya no solo son dos conocidos que se tienen mucho aprecio, sino que hay algo más fuerte que los une, algo mucho más fuerte que la sangre, algo como el amor y la lealtad, eso que hace que su lazo sea indestructible.
Pero también que la pérdida sea más dolorosa.
— Querido hermanos míos, hoy estamos aquí reunidos para darle el último adiós a Jung Hoseok, él no solo era un gran hijo, sino que también era un gran hermano, amigo y compañero, todos los que lo conocieron pueden confirmarlo, al igual que yo...
— ¿Y usted qué sabe?— alzó su voz Yoongi, haciendo que el sacerdote se callara de pronto.— Usted no puede confirmar nada porque ni siquiera sabía de la existencia de este chico hasta que la gente del cementerio se contactó con usted esta mañana... Si, lo escuché, tal vez debería hablar más alejado por teléfono, así no corre el riesgo de que la gente que de verdad quería a Hoseok lo escuche hablar con tanta indiferencia sobre su muerte.
<< Hobi era mi amigo... No, ¿qué mierda? Él era mi hermano, mi maldito hermano... Nadie se merecía una mejor vida y más tiempo en esta tierra como él. Hoseok era la clase de persona que se preocupaba de todos sin esperar nada a cambio, él anotaba mis fechas de exámenes junto a las suyas para recordarme cuando debía estudiar para la universidad, porque sabía que a mi se me podía olvidar; él jamás me preguntaba qué me pasaba, porque solo necesitaba verme dos segundos para averiguarlo, aunque a eso le doy el merito a su carrera, malditos psicólogos, lo saben todo.
<< También era la clase de persona que en dos segundos podía alegrarme el día, él era mi confidente, mi pañuelo de lágrimas y el mejor consejero de la historia, hizo tanto por mi que no me alcanzará la vida para agradecerle, como tampoco me alcanzará la vida para disculparme lo suficiente... Si tan solo no lo hubiera dejado irse... No es justo...>>