Capítulo 33

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—Lo siento señora, pero, no podemos dejarla pasar.

—Esto es absurdo, esta es mi casa.

Los guardias de seguridad que contrató Elena no me dejaban avanzar al interior de mi casa. Se había atrevido a prohibirme la entreda, a bloquear mi número de todos los medios por los que podía contactar a Theo y encima no podía ni buscarlo en sus empresas porque ahí también había prohibido mi acceso, a pesar de qué seguía siendo su esposa.

—¡Si no me dejan entrar voy a hacer un escándalo! —grité.

—Eso no será necesario, Sam —Elena acababa de salir de la casa, su tono postura y todo en ella era amenazador, pero a mí no me intimidaba.

—Esta sigue siendo mi casa ¿O necesito recordarte que soy la esposa de tu hijo?

—Lo sé, pero lo eres porque te niegas a firmar el divorcio.

Era cierto, me negaba a reconocer el motivo por el cual no quería divorciarme de él, pero estaba segura de que no lo haría.

-—Solo quiero hablar con él, déjame verlo —supliqué.

Con un ademán les ordenó a sus empleados marcharse y procedió a indicarme que entrara a la casa. Adentro me apresure a ir en busca de Theo, sin embargo, su madre cortó toda esperanza de verlo.

—No está aquí, Sam ¿No creerías que te dejaría verlo tan fácil? Si permití que entraras fue únicamente para hablar contigo.

Tragué todo impulso de largarme de ahí y solo la seguí. Apenas tomamos asiento en la sala de estar Elena comenzó a hablar.

—Seré clara, quiero que te alejes de mi hijo. Considero que ya ha sido suficiente lo que le has hecho pasar para que quieras seguir atormentadolo. Te ordeno que firmes los papeles del divorcio.

Comprendía su enfado o al menos trataba de hacerlo, pero no tenía que entrometerse en los asuntos de nosotros dos, si nos divorciamos o no era asunto nuestro.

—Eso no es asunto tuyo, Elena...

—Claro que lo es. No solo le has hecho daño a Theo ¿Ya te olvidaste todo lo que Edward pasó también?

—Sé que no ha sido correcto todo esto pero...

Elena cortó mis palabras.

—Nada, nada justifica todo lo que has hecho que pasen mis hijos ¡Hiciste que se enfrentarán! ¡Que pelearán por ti! Y a ninguno le diste lo que se merecía. Les rompiste el corazón y pretendes seguir haciendolo y no lo voy a permitir —respiró profundo.

—Lo siento, realmente me arrepiento de cómo se dio todo y sé que no voy a poder arreglar todo el daño que he causado, en serio quiero enmendar todo esto.

Me miró incrédula.

—Quiero creerte, pero no eres una buena persona —pausó un momento.— Yo no soy la más indicada para juzgar tus acciones ni un poco, pero se trata de mis hijos, Theo está destruido no para de beber, no quiero comer, no va al trabajo y temo que no le será fácil salir de eso, así que por favor no lo busques y quizá él pueda rehacer su vida algún día.

En silencio me levanté, no tenía nada más que decir, ¿Cómo defenderme cuando ya ni yo sabía que era cierto en toda esa situación?

Estaba tan triste, confundida, adolorida. Los días pasaban y no sabía que hacer.
Ryan intentó buscarme y explicar lo que había pasado, me negué a verlo, él era en quien menos confiaba para hablar del tema. Con miles de pensamientos en la cabeza conduje hasta mi destino, por fin vería a Esther, por fin sabría que pasó aquella noche.

A Través De La Ceniza (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora