Capítulo 19

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Perpleja veía y escuchaba las palabras que la boca de Smith pronunciaba.

— Es que... yo ¿Cómo es que nunca lo supe? Yo...

No podía formar una oración coherente, en realidad todo aquello me afectaba y por fin algunos aspectos de mi vieja relación con Ed empezaban a tener sentido. ¿Cómo pasas dos años de tu vida con una persona sin darte cuenta del mundo que lo envuelve? ¿Cómo lo haces sin conocerla realmente? A lo mejor estaba siendo hipócrita porque yo misma había ocultado ciertos aspectos de mi vida con él, sin embargo para mí aquello ya era otro mundo diferente.

— Sé que debe ser duro enterarse después de tanto tiempo de algo así — tragó saliva — Y más si es sobre alguien a quien posiblemente todavía quieras.

No pasé desapercibido lo cortada que sonó su voz en el último tramo de la oración y pues claro que todavía lo quería, había sido mi más grande amor hasta ese entonces y nada de lo que pasara con el dejaba de afectarme.

— Es solo que... desconcierta, creer que conoces tanto a alguien para luego darte cuenta de que no es así, o dime ¿Contigo no pasaría lo mismo?

Suspiró pesadamente.

— Sé a qué te refieres.

Ambos guardamos silencio, supongo que tanto él, como yo, estaba sumido en sus pensamientos o solo recordando el pasado. Todavía habían muchas cosas que no entendía siquiera asimilaba todo aquello y el porque sucedía justo ahora.

— Sam.

— ¿Si?

Colocó su barbilla para que descansara sobre mi hombro.

— Promete que harás lo que te acabo de pedir, aunque debas dejarme atrás, promételo.

¿Era capaz de eso? No era mi persona favorita en el mundo, quería que sufriera, que le doliera tanto el corazón que hasta respirar fuera una molestia, pero, dejar que todo fuera más allá ¿Era capaz de hacerlo? ¿Era capaz de dejarlo a su suerte? No sabía que tan grave era el peligro al que nos enfrentábamos, de lo que estaba seguro era que Theo lo conocía mejor que yo.

— Sam, promételo — Pidió de nuevo.

— No lo haré. — Sentencié con la voz firme.

A veces mi tonto corazón de pollo me traicionaba, no podía ser una bruja desalmada por completo y una cosa era destruirle su órgano bombeador de sangre y otra dejar que posiblemente lo descuartizaran, aunque no sonaba del todo mal.

— Quiero que estés bien.

Entendía su supuesta "preocupación" obviamente si la persona que "quería" corría cierto peligro, estaría de más que eso me perjudicara y su miedo de que por la simple intención de dañar a Ed, intentaran algo contra mí no era tan incoherente del todo, pero estaba segura de que cuando vieran a Edward con la tal Calí cambiarían de objetivo, se supone que dañaban a las personas que lo hacían feliz para desquitarse de él y aunque me generaba un gusto amargo, Ed se veía feliz acompañado de esa maraña de pelos.

Giré sobre mi eje para quedar de frente a él, con mis piernas sobre las suyas rozando sus costados. Dejé una mano sobre su mejilla.

— No lo vuelvas a pedir Theo, porqué no lo haré, no dejaré que te dañen. — No dejaré que nadie que no sea yo lo haga, pensé.

Ver su mirada tan llena de brillo, verlo tan ilusionado, por un momento me hizo sentir remordimientos ante mi plan, pero para eso estaba ¿no? Para desquitarme todo y que mejor manera comenzar que actuando como una novia enamorada, para que después todo le doliera más. Entre más alto lo llevara a tocar el cielo, mas le dolería estrellarse contra el pavimento.

A Través De La Ceniza (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora