Mis ojos no pudieron evitar soltar unas lágrimas de felicidad, en mi mente ya era una señal de que todo había acabado.
Después de que me quitara a ese tipo de encima, Ed se acercó para asegurarse de que estuviera bien.
-¿Te hizo algo? ¿Estás bien? -la preocupación era todo lo que existía en sus ojos.
Negué frenéticamente, no podía creer que estuviera ahí.
-¿El jefe de Nora es tu padre ?
No era muy necesario que confirmara mis sospechas. La información que me dio Theo, lo que hablé con él y lo que estaba pasando encajaba muy bien.
-Entre menos sepas es mejor Sam.
Asentí nerviosa. Mi Sistema no terminaba de procesar lo que pasaba.
-Calmate -tomo mi rostro entre sus manos-. Necesito que me escuches.
Volví a asentir de nuevo, solo quería irme de una vez por todas, pero, tenerlo ahí conmigo me hacía sentir segura.
-No puedo llevarte conmigo. No puedo sacarte como si nada por la puerta -trago en seco-. Eso nos pondría en peligro.
La desesperación me invadió y comencé a gritar llena de miedo. Las lágrimas brotaban como una cascada en mi rostro.
-¡Cálmate! ¡Cálmate!
Respire y respire hasta que mi cuerpo dejo de temblar.
-¿Hace cuánto estás aquí?
-No sé.
Realmente no sabía si solo llevaba un par de días o realmente cuanto tiempo había pasado. No podía recordar, no sabía si cuando desperté fue inmediatamente de que me trajeron de la casa o cuanto tiempo transcurrió.
Ed inspeccionó todo el lugar y con un ademán me indicó que guardara silencio, se encaminó a la puerta y luego de un instante volvió a mí.
-Necesito saber si aquí hay alguien en quien puedas confiar -susurraba como si alguien nos escuchara.
Sorbí por la nariz.
-Si, si en Édison.
Edward me devolvió la mirada confundido.
-¿segura?
Solamente pude indicar que si con la cabeza.
-Bien, bien -dio un vistazo a toda la habitación-. Voy a volver con la solución, pero ni siquiera menciones que me conoces.
-No, no lo haré -susurré.
-Debo irme.
Se acercó rápidamente me estrecho contra su pecho y dejó un leve beso en mi rostro. Lo vi dar la vuelta deseando que me llevará con él.
-¡Alto! -grité olvidando que representaba un peligro para los dos-. Nora es la que me tiene acá, ella trabaja para tu padre -continúe bajando la voz.
Asintió como si no le sorprendiera lo que acababa de escuchar. Dio un paso adelante y se inclinó sobre mí oído.
-Lo sé, ella no sabe que soy yo -una leve suspiro salió de su boca-. Desde que supe que estaba involucrada restringí mi identidad solo para un grupo de personas.
Una parte de mi estaba tranquila, pero la otra sabía que tarde o temprano Nora se daría cuenta. Era astuta y muy inteligente, aunque estúpida en otros aspectos.
-Ella lo sabrá Ed, sabe muchas cosas de mí, cosas que nadie debería saber y ella sabrá que eres tú -mis palabras salían atropelladas por el nerviosismo-. Lo sé, puede descubrirte. No quiero que te pongas en peligro por mi culpa.
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A Través De La Ceniza (EDITANDO)
RomanceMuchos secretos. Mentiras. Engaños. Dolor. Una parte de la historia que no ha sido contada... ¿Qué pasaría si tu mejor amiga se quita la vida? ¿Hasta dónde llegarías por vengar su memoria? ¿Qué estarías dispuesta a cambiar, a dejar para cobrar su d...