Capítulo 10

484 35 20
                                    

Smith simplemente se limitó a vernos y decir un escuálido "buenos días" para luego entrar en el elevador. Su comportamiento me desconcertó, esperaba otro tipo de reacción, o no había visto nada o simplemente no le había importado, aun así, que Ed lo mencionara no me había gustado nada.

—  Sé lo que haces.  — Pronuncié con un deje de molestia en mi voz.

Edward se encogió de hombros.

—  Sólo dije que me había encantado pasar la noche contigo ¿Tiene algo de malo? —  Cuestionó, separándose de mí.

Rodé los ojos, yo tenía claro con qué intención lo había dicho. Él sabía muy bien que no fue un simple comentario.

 — Tú sabes que no me refiero a eso. —  Acusé.  — Sino, a lo que quisiste dar a entender.

Soltó un suspiro y se pasó las manos por el cabello, alborotándolo más de lo que estaba, ese era un signo de que se iba a enojar.

 — ¿Tú que haces? —  Contraatacó.

Abrí la boca para responder, ni siquiera me dejo hacerlo.

 — Primero vas y en el cóctel, te acercas a él.  — Señaló el ascensor. — Luego salen juntos y terminas ¡usándome! Porque estaba con su novia. De repente desaparece y lo buscas, o sea fuiste hasta con Nora por él Sam y ahora te muestras molesta, porque mi hermano se entera de que pasaste la noche conmigo.

Ed se estaba cabreando. Él nunca levantaba la voz, a menos de que lo estuviera, su piel tenía un tono rojizo y no dejaba de pasarse las manos por el cabello.

 — No es su novia. —  Repliqué.

Me vio incrédulo, noté que su enojo aumentar.

 — ¡No puedo creer que lo único que te importe es que Nora no sea su novia!  — Vociferó.

Carajo, no me había percatado de que solté eso sin pensar.

—  Cálmate Ed, por favor. No es lo que tú crees, dije eso sin haber pensado.

No mentía, ni siquiera había razonado lo que quería decirle, simplemente salió.

 — Ah claro, que me calme.  — Bufó.

 — Mira, es solo que necesito estar cerca de él, lo necesito, él...

Ed no me dejo terminar, me interrumpió al instante.

 — ¿Así que necesitas estar cerca de él? ¿Lo necesitas?

No había medido mis palabras. Sus ojos se cristalizaron al instante. Golpeó la parte de arriba de mi coche. Eso hizo que me sobresaltara. Sé que lo había lastimando, joder, sé que lo había hecho, fue una muy mala elección de palabras, quería que se calmara y ahora solo había empeorado todo.

—  No me refiero a eso. —  Levanté las manos, intentando calmarlo. —  No es como lo crees.

—  ¡Lo necesitas! pero, tienes un mal día y ¿A quién buscas?  — Me tomó por los hombros. — ¡¿A quién buscas?! Me buscas a mí ¡A mí! A tu maldito juguete ¡Al único estúpido que siempre ha estado para ti!

 — Por favor...

De verdad necesitaba tranquilizarlo, odiaba herirlo y verlo tan vulnerable, más aun, porque no era lo que él creía.

—  ¿Quieres saber por qué carajos siempre he estado para ti? —  Preguntó con la voz rota.  — ¡Responde!

La situación se estaba saliendo de control, si no se calmaba, posiblemente los guardias llegarían a sacarlo, no quería perjudicarlo, tampoco armar un escándalo en la empresa.

A Través De La Ceniza (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora