Capítulo 6

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Coloqué ambas manos sobre mi pecho. El corazón me latía a mil y con tremendo susto ¿Cómo no? Ahora tenía sentido por qué la puerta estaba abierta.

 — ¿Qué haces aquí?  — Interrogué. ¡Que susto me había sacado!

 — Creo que trabajo aquí.  — Contestó sarcástico.

Theo en ocasiones era irritante.

 — Eso lo sé, genio. Me refiero a que te han estado buscando.  — Caí en cuenta ¡Theo había aparecido! Lo tomé por los hombros.  — ¡Smith, estás aquí! No puedo creerlo apareciste ¡Estás aquí!

Mi voz había sonado más alegre de lo que pretendía, solo esperaba que no lo hubiera notado.

 — Si. — se rascó la nuca.  — No fue mi intención preocuparlos. No lo tomes personal, solo que luego de todo lo que paso ayer... necesitaba pensar.

No sabía que responder, solo guardé silencio hasta que Theo hablo de nuevo.

 — ¿Sam?  — Levanté la vista hacia él.

 — Dime.

Se quedó contemplando mi rostro por un momento y finalmente habló.

— You have got that face that just says 'Baby, I was made to break your heart'.

"Tienes esa cara que dice; Cariño, nací para romperte el corazón" yo había escuchado eso en una canción lo sabía. ¡Ay Theo! Esa fue mi intención desde el inicio.

Lo mire con los ojos entrecerrados.

 — Eso es de una canción.— Acusé.

Smith me veía con ojos tristes, colocó su mano detrás de mi oreja y se acercó un paso a mí.

 — Si, lo es, esa canción es como si la hubiesen hecho para ti, te describe a la perfección.  — Acerco su boca a la mía, sentía su respiración a centímetros de mis labios.  — Me estás enloqueciendo.

Debía admitir que le era tan fácil envolver a cualquiera con sus palabras, su manera de acercarse, era muy bueno jugando, yo le podía enseñar a hacerlo mejor. Me acerqué más hasta que nuestros labios se juntaron. Sus labios eran suaves, se movían al ritmo de los míos, su lengua acariciaba mis labios; pasaba despacio alternando entre los dos, de un momento a otro el beso se tornó más salvaje, su lengua se apoderó totalmente de mi boca, sus manos empezaron a recorrer mi espalda, poso una de ellas sobre mí glúteo y con la otra siguió su recorrido, sin parar de besarme. Nos separamos después de un par de minutos, dejando nuestras frentes juntas.

Theo no esperó mucho para volver a adueñarse de mí boca, solo que esa vez me tomo por los muslos, haciéndome abrir las piernas, me levantó a modo de que las enroscara en su cintura. Me llevo hasta el escritorio y no dejo de besarme en ningún momento, me sentó sobre él y sentí sus manos colarse entre mi blusa, tocando la piel de mi espalda, bajaba a mi cuello y regresaba a mis labios, sus manos no paraban de recorrer mi espalda, mientras su lengua le estaba dando un verdadero espectáculo a mi boca. Theo creía que él estaba a cargo, yo permitía que él lo hiciera, sin embargo, dejaría que se lo creyera, aún no podía sacar las uñas, además la situación ya se estaba subiendo de tono, lo mejor era frenarla.

 — Para...para. - besaba mi cuello. —  Theo para, por favor.  — Susurré.

No era el momento para dar ese paso, tampoco me iba a entregar en bandeja de plata para él.

 — Lo siento.  — Se disculpó, supuestamente apenado.

 — No, es solo que no es el momento... aún no. Te están buscando.  — me aclaré la garganta.  — Tienes que llamar a tu padre y yo debo regresar a casa, es tarde.

A Través De La Ceniza (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora