Capítulo 1

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El cielo estaba extrañamente nublado como si estuviera anunciando la tragedia de aquel día.

- Te juro que estoy desesperada, simplemente no puedo Samy -Alice no paraba de llorar y dar gritos contra mi almohada-. No tengo ni idea de que fue lo que hice para que me botara como una basura.

Me acerqué a la cama y tomé asiento a su lado haciendo que colocará su cabeza sobre mí regazo. Empecé a masajear su cabeza, buscando las palabras correctas para decirle, pero nada llegaba a mí. Yo era una novata y no tenía idea de que hacer.

- Tranquila Lice, a lo mejor está estresado por la universidad recuerda que es su último año -musité.

La verdad no sabía porque Theo había terminado con ella. Alice únicamente se presentó en mi casa esa mañana sin decir palabra, estaba hecha un huracán en llanto, tampoco la había presionado para hablarme sobre el tema sabía que era imposible si no me lo quería decir simplemente no lo haría. La angustia me estaba matando detestaba ver a mi mejor amiga así, la conocía prácticamente desde que usábamos pañales. Era mi única amiga en el mundo.

Era mi hermana.

- Dijo que me odiaba. ¡Que me odiaba!

Su grito me desgarró el alma. Vi las lágrimas acumularse en sus ojos y un nudo creció en mi garganta ¿Cómo podía Theo hacerle eso a mi amiga? ¿Cómo?

- Pero, por qué... ¿por qué te odiaría? -deslicé mi mano por su espalda-. No comprendo.

- Por qué... -pareció dudar un momento en decirme-. Porque lo descubrí en la cama con otra.

Abrí los ojos enormemente. Me negaba a creer que a pesar de eso ella siguiera llorando como una cría por él. Tenía que hacerla reaccionar.

- Alice, pero tú ¿Estás loca? ¿Cómo puedes llorar por alguien así? -espeté con toda la furia que había en mí-. Siquiera te has dado cuenta de que ese tipo no vale la pena.

El cuerpo de mi amiga tembló y nuevos sollozos brotaron de ella.

- Es que eso lo dices porque no lo conoces -susurró.

Tenía razón no lo conocía, bueno al menos en persona, lo había visto en fotografías, pero ni siquiera había tenido contacto con él. Pero alguien que se acuesta con otra persona teniendo pareja y luego la deja no debía ser buena gente.

- Tal vez -murmuré-. Pero, te conozco a ti y sé que no te mereces eso -afirmé.

Alice era dulce, buena, decidida, tenía un carisma que ganaba a cualquiera en segundos.

Su móvil empezó a sonar con el tono que ella había elegido para Theo al parecer este se dignó a contestarle los cientos de mensajes que Alice estuvo enviándole. Mi amiga se levantó como un resorte de la cama y fue en busca del aparato.

Empezó a dar saltos por toda la habitación.

- Me va a ver, Sam ¡me va a ver! -parecía una niña pequeña-. Significa que vamos a volver. Él va a estar conmigo de nuevo. Toda esta situación se va arreglar.

No quería que lo viera. Yo debí haber evitado aquel encuentro, pero estaba tan alegre de verla feliz de nuevo que solo me centré en su alegría, para mi Alice lo era todo, la había visto crecer y ella a mí, sabíamos todo una de la otra. Siempre puse la felicidad de ella sobre todo... Tal vez no era sano darle todo a una persona, pero cuando amas lo haces sin importar nada más, pero amar también es ver lo que es correcto para esa persona darle lo que necesita y no lo que quiere... Yo no pude entender eso a tiempo.

- Me verá en el parque a las tres-continuó-. Tienes que prestarme algo. No puedo ir así -dirigió la mirada hacia su cuerpo.

Sonreí.

A Través De La Ceniza (EDITANDO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora