Hace cuatro años...
Alice
Estaba desesperada, Theo no atendía mis llamadas y todo estaba fuera de control. No podía perder la libertad que me daba el estar con él, no podía dejar de estar cerca de Ryan.
Intenté una vez más y por fin hubo respuesta de él, aceptó vernos en el parque a las tres de la tarde. Rápidamente se lo dije a mi amiga, y al mismo tiempo le envié un mensaje a su hermano
"Creo que todo esto se arreglará, te veré para cenar juntos"
No obtuve respuesta de Ryan, él no entendía que debía seguir fingiendo estar con Theo para poder estar con él, mi madre no aceptaba está relación y ya no quería seguir teniendo problemas con ella, sus insultos y humillaciones me tenían cansada, por años ha sido así y ya no puedo más.
Debo confesar que sabía que Theo estaba enamorado de Sam, mi mejor amiga, y en realidad por ella se acercó a mí, su propio hermano me lo confesó, pero, luego a mi madre se le ocurrió que la fortuna de su padre ayudaría mucho a no perder nuestra posición económica y solo accedí por la libertad que me daba el estar con él.
Llegamos al parque y lo pude ver a lo lejos, no se veía para nada feliz. Sam me dejó ir hacia él, podía ver la duda en todo su cuerpo, finalmente accedió y yo fui a su encuentro.
—Hola. —saludé y su respuesta fue una media sonrisa. —No podemos terminar esto, por favor...
—Alice, esto no tiene sentido, tú y yo no vamos a funcionar, peor después de lo que pasó. Realmente yo estaba intentando enamorarte de ti y todo esto que ha pasado fue un golpe muy bajo.
Su voz estaba temblorosa como si intentará controlar como realmente se sentía, mientras mi cuerpo temblaba por lo que venía. Todo se había salido de control.
—Va funcionar te lo juro, yo no sé qué pasó. Estaba ebria y el alcohol me ganó —mentí, pero era lo único que se me ocurrió.
—Lo sé todo Alice, sé que llevas una relación con Ryan desde hace más de un año, cómo también sé que estás embarazada y claramente él es el padre.
Me quedé en shock, no era posible que se hubiera enterado, no era manera a menos que...
—Ryan, me lo dijo. —Habló de pronto confirmando mi sospecha.
—No, mira eso no es cierto, no sé por qué te lo dijo —yo estaba al borde de la locura.
Pasó sus manos desesperadamente por su rostro.
—No me mientas, no tiene sentido hacerlo.
La locura se apoderó de mí.
—Tú mentiste igual, te acercaste a mí solo por Sam.
Grité, al mismo tiempo las lágrimas corrían frenéticamente por mi rostro.
—Lo sé, pero tú lo sabías ¿Ed te lo dijo no? Y ¿Que hiciste?
Mi cuerpo se paralizó, Ed no podía haberme hecho eso.
—¡Me aseguraste que ella tenía novio, que le gustaba engañarlo seguido. Me la vendiste como la peor de las personas! Y solo estabas cambiando tú personalidad por la de ella.
Mi mano se estrelló rápidamente contra su mejilla y sus ojos cargados de veneno me apuntaron.
—No te atrevas a volver a hablarme así —dije apuntándole con mi dedo.
—Me voy.
—No, no puedes hacerme esto, por favor.
—Lo siento, Alice, esto es lo mejor.
Sin consentimiento mis rodillas cayeron al suelo y no le importó dejarme ahí, solo lo vi alejarse, mientas yo lloraba sin poder controlarme.
No tuve idea de cuánto tiempo pasó, hasta que finalmente estábamos en mi casa, Sam no paraba de decirme palabras de consuelo y querer hacerme sentir mejor, sabía que no era culpa suya todo lo que pasaba, sin embargo, no podía evitar sentir rabia contra ella, pues si Theo no estuviera interesado en ella, estoy segura que me habría perdonado. Sin querer termine diciéndole un comentario hiriente provocando que se fuera.
Intentaba dormir, no dejaba de dar vueltas en la cama, me sentía mal por Sam. No merecía lo que le dije, decidí contarle todo, tomé mi celular habían varios mensajes de Ryan y me sorprendió ver uno de Theo, lo abrí rápidamente.
"Sé que no estuvo bien la manera en la que te dejé hoy en el parque, lo siento."
Se leía en la pantalla. Decidí marcarle, el teléfono sonó un par de veces hasta que atendió la llamada.
—Hola
—¿Estás bien, Alice?
—Si, muy bien. Siento mucho todo lo que pasó, todo esto no debió pasar, pero es que todo esto es tan difícil. Mi madre es tan difícil y yo solo quería estar bien, poder ser feliz.
Comencé a quebrarme.
—No te preocupes todo estará bien, sé que todo irá bien.
—Prometo que le diré todo a Sam y todo se arreglará.
—Cuentas conmigo Alice
—Gracias, debo hablar con Sam.
—Te veo luego
— Adiós
Colgué y me dio tranquilidad que esa parte de mi vida estuviera resulta por lo menos en parte. Cuando estaba por marcar el número de mi mejor amiga, mi madre entró a la habitación.
—Dime que solucionaste todo y la situación con ese muchacho está resuelta.
Suspiré vistiendome de valor para poder enfrentarla.
—No seguiré con Theo, voy a estar con Ryan y espero que lo aceptes.
La furia se hizo evidente en ella. Era consciente de que aquellas palabras eran como dardos cargados de veneno para ella. Nunca aceptó mis sentimientos por él, mi amistad con Sam le incomodaba, odiaba a su padre, incluso a su madre fallecida.
—No voy a permitir eso, y si es necesario que te vayas lejos así será —habló serena queriendo controlar la situación.
Al verla calmada tuve la tonta idea de que era un buen momento para decirle todo lo que pasaba.
—Creo que tendrás que aceptarlo, mamá —mi voz temblaba pero, no dejaría que el valor se fuera.— Estoy embarazada.
Se quedó estática y al ver que no decía nada comencé a hablar rápidamente.
—Ryan lo sabe, nos haremos cargo, sé que su padre nos apoyará y todo estará bien.
—¡Eres una estúpida! —enloqueció de pronto, su mano se estrelló contra mi mejilla.
Me tomó por los hombros y me sacudió fuertemente. Tomó un cinturón y me ordeno que volteara, aguante cada uno de los golpes en mi espalda y cuando ya se cansó de golpearme me animé a hablar.
—Mamá todo estará bien, te lo juro.
—¡Lo peor que pude hacer en mi vida fue adoptarte, si ni tus propios padres te quisieron porque sabían que serías una estúpida!
El valde de agua fría por sus palabras no terminaba de caer en mí, sentía las lágrimas en mi rostro y el nudo de preguntas en mi garganta.
—Lo único que lograste fue arruinar todo, hasta por ti nos quedamos solas.
Salió dejándome hecha pedazos, ni siquiera el escozor en mi espalda se comparaba al dolor interno en mí.
Esther llegó, curó mi espalda, secó mis lágrimas y cuando le aseguré que estaba cansada y necesitaba dormir accedió a irse, antes de que saliera le dije cuanto la quería y lo agradecida que estaba con ella.
Me levanté tomé algunas cosas y me metí en la bañera, todo sería mejor mañana.
ESTÁS LEYENDO
A Través De La Ceniza (EDITANDO)
RomanceMuchos secretos. Mentiras. Engaños. Dolor. Una parte de la historia que no ha sido contada... ¿Qué pasaría si tu mejor amiga se quita la vida? ¿Hasta dónde llegarías por vengar su memoria? ¿Qué estarías dispuesta a cambiar, a dejar para cobrar su d...