3. Caída oportuna

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—Si—dice con gesto divertido y despreocupado—Tu número de teléfono y una salida contigo

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—Si—dice con gesto divertido y despreocupado—Tu número de teléfono y una salida contigo.

Oh. Por. Dios.

No estoy segura de haber escuchado bien ¿dijo una cita? Si yo soy pésima para las citas, antes también tenía citas, pero rara vez, ya que mis novios anteriores no eran mucho de ser detallistas ni nada de eso.

Pero en ninguna de las que recuerdo me había sentido así de nerviosa ni emocionada por la persona que me estaba invitando.

—Eh...—me quedo sin poder hablar y tartamudeo — C-claro... solo que t-tú me avisas o algo...

Él me mira con aire divertido, rodea su escritorio tomando su celular en el proceso y desbloqueándolo para luego pasármelo, yo miro el celular confundida.

—Tu número—dice con esa voz que me hace temblar, caigo en cuenta de que quiere que anote mi número, lo hago con las manos temblorosas, todavía dudosa y confundida por lo que está pasando.

¿Cuales eran las probabilidades de que mi jefe me pidiera una cita? ¿Lo hará acaso con todas las enfermeras nuevas por cortesía? ¿Qué busca realmente éste doctor?

Prefiero no ilusionarme, estas cosas no terminan bien.

Qué más da. Vamos a trabajar juntos, así que creo que independientemente de si es lo que pienso o no, es bueno que nos conozcamos, nada puede salir mal ¿verdad?

—Aquí está —digo, dándole el celular.

Asiente divertido, pero con ese gesto de diversión despreocupada solo se ve más sexy de lo que es.

Dios mio, ¿como me pasa esto en mi primer día de trabajo?

—Perfecto—dice el doctor Bastian y mi celular vibra en el bolsillo de mi filipina de enfermera, lo que quiere decir que me mandó un mensaje para que guardara su número.

Señala el bolsillo de mi camisa de donde vino el sonido de la vibración de mi celular indicando que lo saque, lo hago y él observa como guardo su contacto como "Doctor Bastian" pero él me interrumpe a medio guardar y dice:

—Dime Bastian—dice, no sé si vio el nombre en la pantalla del celular o solo supuso que lo guardaría con el "Doctor" al principio de su nombre.—¿Te puedo llamar Aliza?

Me sonrojo de solo imaginarlo—este día me he sonrojado demasiado, ¡¿Qué diablos me pasa?! ¡¡CÁLMATE, ALIZA!!— ¿como voy a llamar a mi jefe por su nombre? ¿Cómo me va a llamar él por el mío?

Okey, no era algo que no me esperara, pero no es para tanto. ¿Desde cuando soy tan exagerada?

A ver... es un doctor y yo soy su enfermera, tenemos que conocernos, no es como que yo le guste, mis amigos me tienen jodida la cabeza con eso de que todos los hombres que se me acercan lo hacen con intención de otra cosa.

La Clínica del Deseo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora