10. Samantha

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Estamos con los chicos en un puesto del parque de diversiones, todos pedimos una amburguesa, ya que desayunamos tarde y la hora de la cena ya está cerca

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Estamos con los chicos en un puesto del parque de diversiones, todos pedimos una amburguesa, ya que desayunamos tarde y la hora de la cena ya está cerca.

Bastian y yo fuimos a lavarnos las manos muy a fondo, los chicos se nos quedaron viendo con una sonrisita que decía que sabían el porqué.
Aparte de que bajamos de la noria con los labios rojos.

Estamos hablando de cosas triviales hasta que Liam habla de algo que lo tiene preocupado.

—Voy a tener que cambiarme de trabajo—comienza a decir, al parecer le hablaron para decirle que esa sucursal donde trabajaba iba a cerrar y que comenzará a buscar un nuevo lugar pronto, ya que en una semana ya no estaría ahí.— tengo pensado llevar mi curriculum a una empresa de Avón que está cerca de aquí, pero no estoy seguro si estén buscando personal.

—Pero tu eres un excelente en lo que haces, seguramente te contraten, solo tienes que buscar— le digo yo para que se calme.

—Talvez trabajo si encuentras, ya que pareja no— le dice Steven haciéndonos estallar en carcajadas a todos, lo siento por Liam, pero tengo que reírme.

—Ja, ja, ja que gracioso— dice Liam de manera sarcástica.

—No seas llorón, es una broma para que se te pase la preocupación — le responde Steven.

—Si hombre, no te preocupes, seguro encuentras trabajo rápido.— le dice Bastian.

—Y pareja—agrega Steven, pero Liam lo ignora.

—¿Algo que me recomienden?— dice Liam.

—Vé a la iglesia— le digo yo.

—Talvez ponga a alguna virgen a rezarme— dice bajito pero todos lo escuchamos y nos reímos, así es la vida con mi mejor amigo.

Siento que Bastian se acerca a mi oído y me susurra:

—¿Quieres rezarme, virgen mía?— deja un beso en mi cuello y luego se aleja para subir mi pierna sobre la suya y masajear mi muslo como si nada.

Volteo a ver a todos y parecen muy ocupados molestándose entre sí para darse cuenta de lo que me acaba de decir Bastian, doy gracias a Dios por eso.

La mano de Bastian sube y baja por mi muslo desnudo por llevar un short corto, da ligeros apretones y se acerca a la orilla de las mangas de la prenda, haciendo que me sonroje y mi corazón se acelere.

—Entonces planeas trabajar en Avón— le dice Alara— me tienes que contar como demonios le ponen olor a las revistas— continúa haciendo que todos nos riamos.

—¿Acaso crees que yo haré las revistas?— le dice Liam entre risas.

—Bueno por lo menos tienes que enterarte, sino le preguntas a alguien— dice mi amiga como si fuera lo más obvio del mundo y haciendo que su novio la abrace entre risas.

La Clínica del Deseo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora