11. Agua bendita-Bastian (+18)

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No puedo creer que Emely apareciera justo en éste momento, cuando yo pensé que todo iba bien y podía dejar ese asunto en el pasado

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No puedo creer que Emely apareciera justo en éste momento, cuando yo pensé que todo iba bien y podía dejar ese asunto en el pasado. Yo me encariñé mucho con Samantha, pero cuando Emely se negó a hacerle la prueba de ADN supe que algo no andaba bien, aparte de que ella no estaba solo conmigo en ese momento, ella se molestó y desapareció con la niña sin decirme más que "no es tu hija", traté de localizarla, no quería a Samantha creciendo sin un padre por su egoísmo, si no lo era yo, el verdadero tenía que hacerse cargo.

Yo planeaba contárselo a Aliza, pero sinceramente había dejado eso olvidado en una esquina de mi cabeza, no estaba entre mis planes ser padre, pero la niña no tenía la culpa de nada, y si era mía, no le iba a negar el cariño que se merecía de mi parte.

Ayer cuando la ví en el bar, un escalofrío me recorrió el cuerpo al pensar en cómo podría decírcelo a Aliza, en sí ella lo tomaría bien, me dio miedo perderla cuando apenas comenzábamos a construir algo, aparentemente Emely pintó la historia del color que ella quiso frente a los demás, porque su hermano se abalanzó sobre mi diciendo que me aproveché de su hermana, no me imagino la versión tan retorcida que pudo haber dado.

Aliza cada día me demuestra y me recuerda el porqué me enamoré de ella, solo le interesó que la niña no creciera sin su padre, no me cuestionó el que no se lo dijera, tampoco preguntó mucho más de lo que yo le conté, no me abandonó y me dijo que estaría conmigo.

Me siento culpable por el hecho de haber pensado que me dejaría, por no confiar del todo en ella, pero tuve miedo, miedo a que se fuera. Creo que cuando hay amor siempre va a existir el miedo de perder a esa persona de diferentes maneras o por distintas circunstancias, pero si me pongo en el lugar de Aliza, yo no podría dejarla por algo así jamás, porque si su caso fuera, y él hijo fuera de parte suya, ese niño o niña sería parte de ella y por lo tanto parte mía, porque la amaría con todo y equipaje.

Renata estuvo averiguando sobre el paradero de Emely, se está quedando en casa de sus padres aquí en la ciudad, mi secretaria consiguió la dirección para que yo pueda ir a hablar con ella sobre el tema y convencerla de que haga el examen para determinar si Samantha es mi hija.

Antes de venir al trabajo le mandé un mensaje de buenos días a Aliza pero ella no ha respondido aún, debe de venir en camino así que prefiero esperarla mientras doy mil vueltas al tema de lo que pasó anoche.

Aún con todo el problema que hubo, no puedo olvidar la sensación de tener mis dedos dentro de ella en esa noria del parque, en ella viniéndose mientras gime mi nombre, en ella frotándose sobre mi erección y luego haciéndome venir con sus manos, el deseo que me recorrió completamente y las ganas de hacerla mía en ese momento, en esos ojos azules oscurecidos por el deseo y en ese tono escarlata que toma su cara cuando se sonroja, si no hubiésemos estado en ese lugar, no habría dudado en follarmela hasta que los dos olvidaramos hasta nuestra fecha de nacimiento.

Salgo de mis pensamientos cuando escucho los tres golpecitos característicos que da ella todas las mañanas en la puerta antes de entrar. Ella entra y yo me levanto de mi escritorio.

La Clínica del Deseo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora