El día en que los problemas emocionales ataquen solo a personas de una edad en específico, se crearán las máquinas del tiempo.
O van a aumentar los suicidios a temprana edad.
La mamá de Samantha me mira del otro lado de la mesa, mientras le da un sorbo a su taza de café y la mía humea frente a mí.
Salió del consultorio con Bastian y pidió hablar conmigo. El semblante de Bastian me indicó que le había servido de mucho hablar con ella, ya que lo vi algo diferente de los otros días, y la manera de actuar de Emely también es otra. Es totalmente diferente a todas las veces en las que nos habíamos encontrado.
Al principio creí que al entrar al consultorio, me encontraría con la misma hostilidad y semblante duro de siempre, creí que me miraría con desdén y haría un comentario desagradable. Pero lo único que encontré fue a una mujer apenada, y la mirada de Bastian me lo dijo todo.
Dejó atrás el tono hostil y ahora, mientra coloca su café en la mesa, aún no sé si fiarme, todavía desconfío de ella, es sospechoso que cambiara toda su personalidad en unos días, casi creo que nos está tomando el pelo.
Bastian dice que confía en ella, y que al escucharla, me daré cuenta de que tiene sentido su pasada forma de actuar, aunque un sentido muy... inmaduro.
Ya comienzo a odiar esa palabra.
Sus ojos me inspeccionan antes de hablar.
-Supongo que te preguntas sobre qué quiero hablarte.
-¿Se nota mucho?
Medio sonríe y yo evado copiar su acción tomando de mi café. Independientemente de si confío o no, dije que la escucharía y así será, además de que no soy nadie para juzgarla y decirle si tiene derecho a cambiar o no, pero aún me cuesta asimilar que una persona pueda tener formas de ser tan distintas.
Me retracto a mí misma, ya que de sobra sé que las personas actúan de diferente manera según la situación, dependiendo de si están a la defensiva o se sienten seguros. Y es obvio que ella estaba a la defensiva con nosotros.
-Bueno, pues incluso yo estoy confundida conmigo misma.
Coloca los codos sobre la mesa y se recuesta hacia adelante, suspira y sigue hablando.
-Tú dijiste que cuando se ama a alguien, se lucha por que esa persona sea feliz cada instante de su vida. Y creo que yo estaba luchando para que Samantha no viviera infeliz. Pero no medí bien lo que hacía.
Parpadeo un par de veces, asimilando y buscando sentido en sus palabras.
-Sé que te cuesta encontrar una explicación lógica para todo, y la verdad es que no la tengo, bueno, no una lógica. Sino una... tonta. Si. Una muy tonta explicación. Creía que alejando a mi hija del peligro, podía solucionarlo todo, pero ese peligro en realidad ni siquiera existía, el peligro era para mí misma, que no estaba dispuesta a aceptar que desde el principio estaba equivocada. Como una bola de nieve que iva creciendo y creciendo, absorbiendo cada vez todos los errores que cometía.
Ella... ¿está hablando en serio?¿De verdad está aceptando las cosas así como así?
-Yo estaría igual o más confundida que tú, créeme. He visto muchas películas en las que la villana hace este tipo de cosas para luego llegar y apuñalar por la espalda, pero no es mi caso, yo ya no tengo nada que ganar con todo esto, más sí mucho que perder. Mi salud mental y la de mi hija, por ejemplo. Que no puede vivir toda su niñez con el recuerdo de encuentros fugaces con su padre, y con una madre que a la primera emoción fuerte explota y necesita dejarla donde su abuela porque siente que ya no puede con la vida que lleva.
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La Clínica del Deseo
Romance¿Qué pasa cuando tu sueño desde niña se cumple? Después de cumplir tu propósito, te das cuenta de que te quedaste sin uno en específico. Éste es el caso de Aliza, que se convirtió en enfermera después de años de estudio. Entrar a trabajar a una clí...