ꔛ‬𖤐˒˒ C-11 Quiero acercarme a ti.

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Después de terminar de comer sus postres ambos chicos se levantaron, Nash fue a la caja en donde entrego una tarjeta a la sonriente cajera, la cual ya había avisado a su jefe sobre la salida del chico de ojos celestes quien seguía encantado por la decoración en donde habían estantes llenos de libros siendo cada estante separado por una pintura modernista, mesas de roble a juego con sillas acolchonadas siendo alumbradas por tres lámparas colgadas de manera escalonadas de distintos colores.

- ¿Crees que pueda volver con Alya?

- . . . Tal vez. . . Pero Alya no es tan fanática de los libros, tampoco sé si la dejarían entrar con su consola.

Livio quien volvió a lado de Nash cuando vio que termino de pagar, pregunto sin quitar la vista en la sección de lectura que estaba separada por dos escalones bajos de la cafetería, Nash sabía de su gusto por la lectura y como le encantaba leer a lado de su hermana que muchas veces jugaba videojuegos.

- Disculpen.

La voz de la cajera la cual había escuchado la conversación sin pudor, llamo a ambos chicos, Livio le vio avergonzado al olvidarse de esta y pensar que dijo algo que podría molestar a los empleados.

- Sí se le avisa al empleador, puede que le den permiso de ir a una parte en la sección de lectura en donde no interrumpa, usted y su hermana, a los otros lectores.

- ¡¿De verdad?!

- Sí. . . Pero primero debería hablar con el gerente para avisar cuando se pueda pedir permiso.

- ¡Oh, gracias! Me encantaría, si no es molestia.

Nash solo se quedó callado viendo la interacción de la cajera y su amigo, entendía que la lectura solía ser su hobby más sano que ir discutiendo y debatiendo con los matones los cuales cuando intentan golpearlo, eran barridos por las patadas de Alya.

La cajera por su parte sentía que podría ganar un bonus al hacer que el chico a quien ordenaron observar para anotar que postre era el que más gustaba y en el caso de que él tuviera que pagar, se le cobrara nada, viendo a los chicos salir del café inmediatamente fue con el gerente para informar lo que pasó y que el de ojos celeste le entrego su número celular para que si el dueño aceptaba, le avisaran.

.

.

.

.

- Qué agradable chica, ¿no?

- Neh, suelo pedir cosas para llevar, es la primera vez que piso ese lugar. . . ¿Qué es lo primero que ibas a comprar?

- Vegetales. . . ¿Rikia es alérgico a algo?

- . . . Camarones. . . Zanahorias también.

Hablando serio camino con su amigo hasta el mercado sin mirar que alguien les seguía, ya era algo tarde por lo que si no se apuraban el mercado cerraría y no tendrían nada para comer mañana.

- ¿Estás seguro de que quieres ser nuestro sirviente?

- Si me sigues llamando así te dejare morir de hambre y solo alimentare a Rikia.

- Okey dejo el juego. . . Gracias por hacer nuestras tres comidas diarias. . . Aunque me gustaría probar la comida de Alya.

- Terminaras en el hospital por envenenamiento. . . A parte hicimos un trato, también nos ayudas a Alya y a mí.

Después de hablarle sobre hacerle la comida, obviamente le dijo que tendría que pagarle ya que en el colegio no se le permitía trabajar, entrando al mercado Nash se apegó por inercia a Livio al ver los puestos en la vereda y algunos en parte de la calle.

Después de la boda del villano, ¡¿el protagonista me quiere comer?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora