C-40 Fiebre

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Tirando hacia atrás del brazo a Livio para poder ver mejor su cara, Kaden descubrió como este no solo estaba sonrojado con ojos nublados y jadeando cansado, sino que el cuerpo del pequeño ratón estaba rápidamente poniéndose caliente.

- ¿Livio? Oye ¡Ratoncito!

Viendo al de ojos celestes jadear como si le costará respirar, acerco su frente a la de Livio descubriendo que estaba hirviendo.

- Carajo.

Levantándose de la cama rápidamente fue a la cocina después de tomar una camisa limpia, colocando hielo en la camisa y haciendo de esta una bolsita fue de nuevo al cuarto en donde la cara, cuello y hombros del peli morado estaban rojos.

Abrazándolo primero dejo la bolsita de hielo sobre la frente de Livio para después pasarla con suavidad por todo el cuerpo del chico, escuchando los leves suspiros de agrado y como sus jadeos ya no era desesperados.

Kaden tomó su celular para llamar a su médico personal y contarle lo que estaba pasando.

- Le estoy bajando la fiebre con una bolsa de hielo.

- ¿Qué haces con un Glacia? Sabes que a ellos no-

- Él es un mestizo.

El silencio de la otra línea duro apenas dos segundos antes de escuchar un suspiro y una queja hacia el peli azul zafiro.

- Los mestizos tienen mala termorregulación, mientras más fríos estén más cómodos se sentirán pero a diferencia de los puros no regulan bien el calor.

- ¿Entonces?

- Voy en camino, entierralo en una tina con hielo. . . ¿Él es hombre o doncel?

- No lo verás desnudo.

- Como digas, voy a colgar, mantén frío el cuerpo del mestizo.

- Trae a Aike contigo.

Cerrando la llamada, Kaden miro el cuerpo desnudo que tenía contra su pecho, este cuerpo blanco que se volvió rojo rápidamente por la fiebre ahora estaba algo rosa mientras sudaba.

Suspirando besó los párpados calientes del chico para empezar le a vestir con ropa fresca, mirando la pulsera esclava que cubría toda su muñeca, quiso quitarla pero al tocarla la mano aún caliente del ratón le alejó.

- No. . .

- Ratoncito.

Viendo los ojos entrecerrados, confusos y nublosos de Livio, Kaden acarició con cuidado su mejilla sintiendo dolor en su pecho y en su cabeza su propia voz de que está lastimando de nuevo al ratoncito.

- Esto es mi culpa.

Cerrando los ojos para calmarse un poco y volver a su expresión de antes, llevo a Livio ya vestido a la tina en donde después de una rápida llamada el cuerpo del chico estaba enterrado en hielo.

Aunque Livio mantenía los ojos cerrados se veía cómodo con una ligera sonrisa mientras su cuerpo volvía a su tez anterior a emborracharse.

Sentado a un lado de la tina con clara angustia sin ocultar en su mirada, Kaden acariciaba con cuidado el suave cabello ondulado del chico.

- Señor, el Dr. Muñoz y Aike han llegado.

Uno de los subordinados de Kaden hablo desde fuera del cuarto del baño después de guiar al médico y al lacayo, el chico que centraba su mirada en el cuerpo enterrado en hielo, dentro de la bañera solo emitió un sonido de reconocimiento.

Haciendo que los subordinados se vayan de la habitación solo dejo entrar al baño al médico y a Aike.

- Una belleza dormida.

Después de la boda del villano, ¡¿el protagonista me quiere comer?!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora