Después de la boda del villano, ¡¿el protagonista me quiere comer?!

C-43 Biológicamente.✓

Después del día en donde casi tuvo una pelea con Kaden en la librería café, Livio notó al chico más pegado a él, lo cual le llevó a creer que se había asustado o al menos preocupado de que por su enojo se dejarán de hablar.

La verdad era que Kaden quería ver un poco más de la ira de su ratoncito, aunque no disfruto de esa mirada dirigida a él, no podía evitar preguntarse cómo de lindo se vería su ratoncito iracundo.

El suspiro de Livio llenó el espacio trasero del auto que llevaba a ambos chicos, de vuelta al colegio.

— ¿Ocurre algo?

— 15 días de vacaciones no son suficiente.

Viendo la tristeza de su ratoncito, su mano pico por tomar el celular y en una llamada, retazar por tres años el siguiente semestre, pero sabía que Livio estaba ansioso por una de las clases que se darán ese semestre.

— Mira el lado bueno, en materia de literatura podrás aprender a escribir poesía.

— Bueno, es un punto.

Asintiendo Livio miro lo rápido que se acercaban, girándose hacia Kaden, tomó su mano agradeciéndole y disculpándose por todo lo ocurrido en sus vacaciones.

Kaden distraído por el tacto algo frío de las manos de Livio, su mirada se detuvo en la cicatriz que dejó aquel vidrio roto de aquella mesa.

— Te quedó una cicatriz.

— Bueno, fue una herida que requirió puntos.

— . . . Lo siento.

— Ya te dije que no fue tu culpa.

( Fue la de la anomalía. )

Retirando su mano después de responder en su mente, indicó que ya habían llegado, en la entrada del colegio estaba Alya junto a Nash y Rikia, charlando sobre por qué un power ranger tocaría una flauta si los labios de la máscara no se movían y no tenía abertura.

No queriendo saber cómo inicio la discusión, Livio solo avanzó con su mochila en la espalda siendo seguido por Kaden.

Alya al ver a su hermano, corriendo, brinco a este, siendo abrazada por Livio quien dio una ligera vuelta para reducir el impacto, la chica no pudo evitar reír.

— ¿Por qué tan feliz?

— Bueno, ya pasamos medio año, el tiempo se sigue restando.

— Oh.

Entendiendo lo que dijo su hermana rió, sí, pasó medio año y aún faltan dos y medio para dejar la familia Villin, este era el plan de los hermanos que idealizaron para el final de su etapa en el colegio, después de graduarse, ambos, tomados de la mano, huirían a otra ciudad donde la familia Villin no tenga influencia.

Tenían dinero ahorrado y podían encontrar trabajos rápidos gracias a Nash, el plan era que uno iría a la universidad mientras el otro trabajará y cuando uno se gradué harán un relevo.

Y respecto a su deseo inicial con el sistema, ya había hablado para cambiarlo y poder quedarse allí con su hermana, traería a sus hermanos y los cuatros vivirían tranquilos en ese mundo.