Doctor

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Mordí mi labio con fuerza sentí como la sangre salía de este, lo había lastimado también, toque la parte de la herida de mis costillas está estaba sangrando.

Me dirigí a pasos lentos llenos de dolor a la fiesta que había en aquel hotel llamado playa, la música estaba al tope.

—Oye.—

Intenté llamar la atención de aquella chica pero solo me miro de arriba a abajo con desaprobación. Joder estoy sangrando, por lo menos finge preocupación.

Intenté hablar con otras personas pero era inútil, todos estaban borrachos o drogados, ¡Bien! Algunos beneficios de vivir aquí.

Me acerque dónde estaba el Dj y quite el cable que conectaba a la radio enorme que hacia que el sonido fuera súper fuerte que ni siquiera se escucharían los disparos de un arma.

Se escuchaban algunos jadeos de fondo con otros suspiros de los que estaban bailando, las miradas se posaron el mí.

—¿¡Alguien aquí es doctor?!— y ahí sentí una fuerte punzada haciendo que caryera al piso.—¡Joder!

Todos miraban como tapaba mi herida con mi mano ensangrentada pero nadie siquiera se movía, parecían demasiado sorprendidos, dios habían visto tantas muertes que no podía creer que ahora actuarán así.

Lo que menos podía creer es que no había ni un puto doctor entre las casi 1000 personas que estaban al rededor, no me molestaría que un doctor drogado me atendiera para que me quitarán está mierda de bala que parecía que me estaba matando. Si está herida no es vista por un profesional o siquiera me sacan la bala terminaré muriendo por esto que por un puto juego mortal.

—¿Un... doctor?—

Mi vista estaba nublada y mis ojos parecían demasiado cansados, quería dormir un rato. No, no debía dormir esto es lo que pasa en las películas para después terminar tiesos.

—Joder, nonono, no te duermas.—

Una chica que tenía una coleta alta se acercó a mi y tomo mi rostro con sus manos haciendo que ponga mi total atención en ella.

—Necesito... un... d-doctor.—

Dije casi susurrando, ella asintió desesperada y grito algo que no podía escuchar gracias a qué en mis oídos solo se escuchaba un fuerte pitido que no me dejaba concentrarme en otra cosa que no sea el dolor.

Mi herida me ardía y las raspaduras que me había hecho también. Recibi tres disparos en el último juego, perdi a Hiro mi único amigo en ese juego.

No conseguí nada además de la estúpida carta de 9 de corazones, aún no se lo había dado al sombrerero, pero si no me conseguía un puto doctor entre todos estas personas inservibles rompería la carta y me la tragaria.

La chica se alejo de mi dejando ver a un chico que venía caminando con una bata blanca, se tomaba enserio lo de su rol de doctor, joder, tenía el pelo teñido en rubio, no platino, en mi vista todo brillaba demasiado.

—Estoy aquí.—

Dijo caminando hacia nosotras, la chica se alejó de mi dejándome mirando al doctor que venía acercándose.

Desde mi fecha de nacimiento hasta hoy que posiblemente sería el día de mi muerte, jamás había visto un hombre más atractivo que aquel chico que se acercaba a mí.

Sus pasos era seguros, se arrodillo enfrente de mi, y paso una pequeña linterna por mis ojos, casi cerré los ojos gracias a aquella luz pero el lo evito con sus manos.

—Tus pupilas están dilatadas.—

El peliteñido busco algo más en su bolso para después pasar su mirada a mi herida.

—¡Joder!, Eso sí que se ve mal.—

Movió mi mano de la herida y puso un pañuelo en esta. Con dos de sus dedos tomo el pulso de mi cuello, dios hace cada cosa tan seguro que podría morir admirando esto, no lo digo literalmente.

—Tu pulso está acelerado, carajo... esto está mal.—miro a dos chicos que miraban todo en silencio.—Traigan una silla, o cualquier sillón liviano, tenemos que llevarla a un lugar más limpio.—

Si supiera que mi pulso no está acelerado por la herida que tengo. Cuando terminó su frase miro discretamente al rededor, los cigarros en el piso, las pipas con las que fumaban, incluso botellas rotas al rededor, vómitos y condones usados que estaban cerca de aquella piscina.

Trajieron la silla que había pedido, y ahí comencé a toser, sentí como un líquido caliente salía de mi boca, con debilidad levanté mi mano para ver qué era aquello, y solamente ví sangre.

—Bien, tendré que hacer esto aquí.—

Se sacó rápidamente la bata que traía, dios se veía tremendamente atractivo, paso una mano por su pelo (bien tieso el pelo) atandolo con una liga.

Mientras el hacia eso la teene ya moría 🤩

Su mano se acercó a mi estómago y puse mi mano parandolo de inmediato, me miró con un semblante serio.

—¿Cómo te voy a ayudar si no me dejas ver la herida?—

Apreté un poco su mano para después sentir que mis ojos se cerraban.

—No, no te duermas, solo mírame, mírame.—

Mi mirada estaba en sus ojos cafés, y después paso a sus labios, estoz estaban entreabiertos mostrando sus dientes.

Sentía como tocaba mi herida y un quejido salió de mis labios. El solo me miro como preguntándome si estaba bien, para después volver a hacer lo que estaba haciendo.

Estaba muy cansada, así que decidí dejar de luchar por mantenerme despierta y cerré los ojos. Escuché como aquel chico decía algo, gritaba y después ya no escuché nada, solo me dedique a descansar.

...

Abrí mis ojos encontrándome en mi cuarto, intenté levantarme pero sentí un dolor punzante en mis costillas, solté un quejido y escuché un ruido a mi costado. Mire lentamente ahí y Vi a aquel doctor.

—Si yo fuera tú, no intentaría levantarme.—dijo para acercarse a mi y tomar mi pulso nuevamente.

Sonreí mirándolo.

—¿Acaso estoy muerta o lo que veo es un ángel?—

Él río y me miró a los ojos, para pasar de nuevo su mirada al reloj que tenía en estos, definitivamente estaba tomando mi pulso.

—¿Cómo te llamas?—

—¿Estuviste a punto de morir y lo primero que preguntas al despertar es como me llamo?—

Me sonrió y me miró con picardía.

—¿Tu nombre..?—

—Chishiya, Shuntarō Chishiya... Y el tuyo?—

Dijo para tirarse en el sillón de mi habitación y cruzar sus brazos para mirarme, era como si viera cada cosa que hacía atentamente.

—Me llamo (tu nombre) pero tú puedes llamarme está noche.

Le guiñe un ojo con la poca fuerza que tenía. El solo negó divertido para seguir mirando todos mis movimientos.

𝕺𝖓𝖊 𝖘𝖍𝖔𝖙𝖘 ✿ 𝚂𝚑𝚞𝚗𝚝𝚊𝚛𝚘 𝙲𝚑𝚒𝚜𝚑𝚒𝚢𝚊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora