𝕺𝖓𝖊 𝖘𝖍𝖔𝖙𝖘 ✿ 𝚂𝚑𝚞𝚗𝚝𝚊𝚛𝚘 𝙲𝚑𝚒𝚜𝚑𝚒𝚢𝚊

Muérdago

Intento de one shot.

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Sentía como el viento frio soplaba fuerte, sople a mis manos para intentar darles algo de calor.

Hoy el día había sido muy duro, evitando tantas muertes, luchando para que ningún corazón pare de repente en medio de la cirugía, escuchando los gritos de algunas madres al oír la triste noticia de perder a sus niños justo el día de Navidad. El día en el que ellos deberían estar abriendo sus regalos y mostrando una linda sonrisa a sus padres agradeciendo los pequeños presentes que Santa les había dejado.

Suspiré pesadamente para mirar al cielo, apenas se veían las estrellas gracias a la nieve que caía, extendí una de mis manos para ver como pequeños copos de nieve caían en estás, sonreí al verlas pero mi sonrisa desapareció al instante cuando se derretían, así era la vida de aquellos pequeños de esas personas que no pude salvar.

Suspiré para mirar al frente, sin decir nada y perderme viendo como la nieve caía, esperaba que en algún momento toda la culpa que sentía por no salvar vidas que eran prácticamente imposibles se fueran, algo que evidentemente no era posible porque la culpa seguiría allí. De eso se trataba: salvar vidas. Pero lo único que yo podía hacer era intentarlo aunque no pudiera hacer nada más que decir la hora de muerte de niños, ser cardiólogo pediatra no era tan bonito.

Me levanté de la silla en la que estaba sentada mientras miraba atrás esperando que él saliera por esa puerta, cosa que nunca paso, haciendo que me sienta peor de lo que ya estaba, mordí mi labio inferior para comenzar a caminar al lado contrario del hospital donde trabajaba.

No lo iba a esperar de todas formas, Chishiya aveces era un completo idiota, pero era mi idiota.

Di una media vuelta un poco enojada para retroceder al instante y caer a la nieve, ví su sonrisa burlona mientras me extendía la mano, ¿Hace cuánto estaba atrás de mí?

—¿Te vas sin mi?

Suspiré mientras tomaba su mano y el me ayudaba a levantarme. Tome mi bolso que había caído en la nieve y vi como él comenzaba a caminar a su destino, su auto.

—No me podría ir sin mi Uber.

Dije con algo de burla mientras tomaba mi bolso con ambas manos y aceleraba mi paso para estar a su lado.

—No soy tu Uber.

—Bueno, mi chófer privado.

—___, no estoy de humor.

—¿Y tú crees que yo sí?

Ví como relamia sus labios para cerrar los ojos un momento, aceleró un poco el paso haciendo que yo haga lo mismo.

—¡Oye! Vamos tenemos que subirnos el ánimo mutuamente, siempre hacemos eso.

Ví como paro de golpe haciendo que yo casi caiga.

—Perdimos al niño, no podría estar feliz por nada ahora mismo.

—Lo sé, lo lamento... Es la primera vez que perdiste un paciente, lo entiendo y lo siento mucho.

—Ese no es el problema, lo que me molesta es que les dije lo que estaba mal y no me escucharon.

—Lo lamento Chishiya, si nuestros superiores no nos otorgan el permiso nosotros no-

—Lo sé, pero podríamos hacerlo mejor.

Podría jurar que ví como algo en sus ojos desaparecía, como si la persona que conocía ahora no era la misma, como si el no fuera mi Chishiya.

Tome sus hombros haciendo que me mirara, nuestra estatura era la misma, aunque por primera vez podría decir que lo ví mientras parecía ser un pequeño niño asustado, sus ojos se cristalizaron pero en ningún momento dejo de estar firme, en ningún momento se rompió enfrente de mí.

—Hiciste todo lo que estaba a tu alcance, no podías hacerlo mejor, por qué ya lo hiciste super bien.

Intento quitar su mirada de mis ojos mirando cualquier cosa menos mi cara, suspiré para tomar su rostro con mis manos haciendo que me mire, yo ya no pude evitar llorar por lo que ya sentía que algunas lágrimas caían por mis mejillas.

—Estoy orgullosa de ti Chishiya.

Ví como me miraba triste, lo abracé para después sentir como lloraba en mi hombro quitando así todo lo que sentía, entre rabia, odio, tristeza y felicidad fue como si se liberará totalmente de las cadenas que tenía atadas a sus brazos y piernas, siendo libre al fin.

Estuvo así unos minutos para luego separarse de mí.
—Lo lamento.

—No, yo lo lamento por no ver todo lo que sufrías, después de todo seguimos apenas comenzamos a ser adultos... adultos que no saben que hacer con su vida.

El me di una pequeña sonrisa triste para caminar a su auto, yo lo mire desde el mismo lugar donde aún seguía, él se dió la vuelta al ver que no lo seguía y me hizo un pequeño ademán para que siguiera con él, sonreí para acercarme.

Me abrió la puerta del copiloto haciendo que yo sonría y agradezca antes de entrar, él después de subió al auto para comenzar a manejar a su apartamento.

No lo podía negar, Chishiya era demasiado bueno cocinando, ese día gracias a qué era un día festivo y ya no teníamos más pacientes nos dejaron irnos un poco mas temprano. Observaba a Chishiya con una sonrisa mientras tomaba mi refresco.

Unas horas después la cena porfin estaba lista, haciendo que ambos cenemos en su pequeña mesa de la sala de estar de su apartamento. Hablamos de varias cosas en la cena haciendo que está se vuelva muy divertida con sus chistes malos.

Agradecí por la cena para después dirigirme a la puerta principal para irme a mi casa, sonreí para decirle feliz navidad y desearle un buen día.

Me di la vuelta para seguir con mi camino cuando sentí como me tomaba del brazo haciendo que lo mire nuevamente.

—¿Sabes que significa eso?

Dijo señalando el pequeño muérdago que estaba en la puerta.

—¿Un muérdago?

—¿Sabías que si no cumplimos la tradición probablemente nos caiga una maldición?

—Si claro, solo dime qué me quieres besar y ya.

Él sonrió para acercarme más a él estirando la la manga de mi bata, trague saliva al ver lo cerca que estábamos mientras él al contrario solamente sonreía.

Puso una de sus manos en mi rostro haciendo que nos acerquemos un poco más, luego miro mis labios y volvió a mirar mis ojos como si dudará en hacerlo, yo solo suspiré para acortar el poco espacio que nos separaba.

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No tenía ideas 😿

No creo que Chishiya sea capaz de llorar, ns no lo veo así, pero siento que se siente demasiado culpable por aceptar el dinero, o capaz y no y yo no entiendo nada