Conocidos

1.1K 84 35
                                    

Observé con atención a todos, escuchaba con cautela cada una de las palabras que salían de los labios de los chicos que estaban al rededor de mí. Hablando emocionadamente sobre temas que yo no comprendía, amplíe mi sonrisa y asentí cuando me preguntaron sobre el tema; no tenía la remota idea de que carajo estaban hablando, simplemente lo hice para quedar bien con mis únicos amigos.

Arisu me miró un momento después de tener un ataque de risa, aún tenía pequeñas lágrimas que había derramado gracias a ese sentimiento de alegría que había sentido hace unos segundos con Karube y Chōta, ese sentimiento que yo no comprendía al no estar a fondo en esa conversación; tenían códigos, códigos que yo no comprendía.

—¿Todo bien ___?—comenzó Ryōhey observandome, sonreí y asentí—. Estás muy callada, no es normal.

—No pasa-

—¿Se acuerdan cuando los fideos se le salieron a Arisu por la nariz?—dijo de repente el chico llamándose la atención de todos—. Eso—no podía hablar bien gracias al ataque de risa—. Fue lo más gracioso que nos pasó en toda nuestra vida...

—nada—terminé suspirando, esto sucedía todos los días—. ¿Fue gracioso?

Daikichi me miró un momento y frunció el ceño.
—¿Tú no estabas con nosotros?

Negué.
—No me invitaron—sonreí—. Pero me encantaría escuchar lo qué hicieron ese día.

Chōta me miró con un brillo peculiar en sus ojos.
—Bueno, primero—contó con una gran sonrisa cada una de las cosas que sucedieron con alegría. Para hacer que los tres tuvieran un ataque de risa de repente—. Fue el mejor día de mi vida.

Karube le dió un pequeño golpe en su hombro y me observó, yo simplemente sonreí y negué.

—No me molesta que en el mejor día de su vida yo no esté—reì—. Está todo bien, tranquilo Karu.

Arisu suspiró y me sonrió para darme ánimos.
—Lamento el hecho de no recordar invitarte ese día—dijo—. Cuando te mudaste bueno... todo se volvió común solo entre nosotros.

Sonreí forzadamente.
—Solo fueron 10 meses...

—Realmente eso parecía más años que solo meses—observé a Chōta un momento y suspiré—. No lo digo en el mal sentido, crecimos juntos, ya sabes...

—No pasa nada—volví a decir—. Sigan hablando de sus cosas yo mientras—mire atrás y me recosté por la columna que había ahí—. Escucharé.

Arisu me sonrió y me dió el pulgar arriba sonriendo, como si absolutamente todo estuviera bien. Como si no se notará la incomodidad que sentían al estar cerca de mí.

Volteé un momento y suspiré. Los minutos habían pasado y ellos reían alegremente mientras decían tonterías o hablaban sobre recuerdos, suspiré y me acerque más a ellos sonriendo; lo intentaría, está vez me ganaría nuevamente mi lugar como antes de ese viaje.

—¿Y qué pasó después?—sonreí.

—No te incumbe—dijo Chōta con un rostro tan serio que pude sentir como mi corazón caía a pedazos—. No estabas ese día.

—Estoy...—dije casi susurrando llamando la atención de todos. Aunque eso era lo que menos deseaba—. Pensando que no encajo aquí.

Comencé a alejarme de ahí escuchando como de fondo ellos repetían mi nombre una y otra vez. ¿Por qué eran así conmigo? Simplemente ese sentimiento de pensar que eres como se dice el mal tercio, es horrible.

Tenían bonitos recuerdos, anécdotas hermosas y divertidas; pero, en ninguna estaba yo.

Creo que deje de ser parte de su grupo, simplemente me dejaban estar con ellos por pena. ¿No es así? Esto es realmente horrible, es un sentimiento tan asqueroso que tengo ganas de vomitar cada que siento esto.

𝕺𝖓𝖊 𝖘𝖍𝖔𝖙𝖘 ✿ 𝚂𝚑𝚞𝚗𝚝𝚊𝚛𝚘 𝙲𝚑𝚒𝚜𝚑𝚒𝚢𝚊Donde viven las historias. Descúbrelo ahora