Me desperté sobresaltada, miré el reloj y me asusté. Salí pitando al baño y recién bajo la lluvia caliente de la ducha recapacité y me di cuenta de que hoy era sábado.
Salí a correr con Buster y desayunamos.
De regreso a casa acabé todo lo que tenía pendiente y me alegré de que me llevara tan solo hasta la hora de comer.
El teléfono sonó y era Paul. Al cabo de poco rato apareció con Megan.
Fuimos los tres a almorzar a un bar cercano y estuvimos hablando de tonterías, como no y les conté sobre el hallazgo sobre mi nuevo vecino.
-Sabéis, he conocido a mi vecino misterioso- dije dándole un bocado a mi solomillo.
-¿A sí?- dijo Paul y Megan me miraba sin saber de que estaba hablando.
-Es un chico muy majo, guapetón, un cuerpo diez, simpático…- empecé a enumerar.
-¿Te lo has tirado?- preguntó Paul indiferente.
-Noooo- dije frunciendo el ceño- no me lo he tirado, eso me ofende Paul- dije sin poder contener la risa.
-Ay mujer, solo pregunté- dijo riendo- No te creas que se tira todo lo que se mueve- dijo mirando a Megan- tan solo se tira a lo que se mueve y que esté cachas.
Megan no sabía dónde meterse, el desparpajo de Paul la cohibía.
Yo le hice mueca de que no le hiciera caso.
-Eso no es verdad, ahora que soy empresaria me tiraré a empresarios, digo yo- dije intentando desviar el tema.
-Bueno y este sujeto misterioso tiene nombre ¿No?- preguntó Megan.
-Elemental, querida Megan, elemental- dije imitando al famoso Sherlock Holmes- se llama Matt.
-Matt- repitió Paul- suena muy gay, ¿Es gay?- preguntó con los ojos como platos.
-Eh, esconde el plumero, no estoy al corriente de sus gustos sexuales, pero parece heterosexual, lo siento amigo- dije tocándole el hombro.
-Paul también parece un nombre heterosexual pero mírame- dijo pavoneándose.
-No te engañes, tú eres peor que una sambista brasileña en carnaval, no hay manera de esconder tanta pluma- dije riendo y Megan se unió a mis carcajadas.
-Pero que malas que sois- dijo achicando los ojos- víboras.
-Dónde las dan, las toman - dije ladeando la cabeza.
-¿Esta noche fiesta?- dijo Paul.
-Me gustaría conocer el ambientillo de esta ciudad- dijo Megan.
-Si os apetece podemos pasarnos por el club de Alex- dije mientras me levantaba a pagar la cuenta.
-Uy, apartaos, habla la novia del dueño del club- exclamó Paul.
-Déjate de tonterías, hazme el favor- dije poniéndome las gafas de sol y saliendo junto a Megan del bar.
-¿Qué tienes pensado hacer esta tarde Emily?- preguntó Megan.
-Buena pregunta- dije caminando tranquila hacia el ático- creo que iré a visitar a mi amiga y podríamos organizar una tarde de chicas- dije cogiendo el móvil dispuesta a marcar el número de Melissa.
-¿Yo puedo venir?- dijo Paul poniendo cara de pena.
-He dicho: “Tarde de chicas”, no: “Tarde de chicas y homosexual”- dije riendo.
-Pero que mala estás últimamente conmigo, ¿No?- me preguntó frunciéndome el ceño- ojalá te muerdas la lengua viperina y te envenenes. Bueno, que tengáis una buena “Tarde de chicas”- dijo haciendo muecas y dirigiéndose a su coche.
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Emily Wolf ©
General Fiction[Emily es secretaria de la famosa directora de la revista "Cúspide of moda". Su rutina se ve alterada por la aparición de un atractivo hombre en las oficinas centrales. Ese mismo fin de semana, Emily es invitada a una fiesta dónde se vuelve a cruzar...