-Jueves- dije y me acaricié la barriga- hoy por dios no me des la lata- dije hablándole al pequeño ser que crecía en mi vientre- tenemos que comprarle un regalo a la abuela- dije y recapacité de lo que estaba haciendo…- estoy loca.
Preparé una pequeña maleta con lo dispensable para el viaje que me esperaba.
El sol brillaba, otra buena señal. Me duché y salí a pasear con Buster antes de desayunar, al volver de la panadería me cambié y me puse un vestido muy vaporoso en color rosa palo.
Parecía una muñeca con tutú, me miré en el espejo y la verdad es que me sentía feliz.
Era libre, pero no había nada de exquisito en ello.
Llegué a la oficina y el clima era extraordinariamente tranquilo.
-Así da gusto venir a trabajar- dije cuando recorría el pasillo entre las mesas para llegar a mi despacho.
Todos me miraron con una sonrisa en la cara, espero que sea una sonrisa sincera; por nada en el mundo dejé que mi tormentosa relación con Alex afectara para nada a los empleados.
-Buenos días Paul- dije dándole un beso en la mejilla, que lo pilló desprevenido.
-Buenos días- dijo mirándome extrañado- Te veo un aura brillante hoy.
-Soy feliz- dije entrando en el despacho y dejando a Buster en el suelo.
-Cuéntame, ¿Cómo es que vienes tan feliz?- dijo sentándose en el sofá mientras se comía un caramelo.
-No lo sé, deben de ser las hormonas- dije guiñándole un ojo.
-Si fuera hetero, con esa mirada y esa sonrisa me hubieras conquistado- dijo mirándome contento.
-¿Crees que te puedo traer de vuelta a este bando?- dije cruzando los dedos sobre la mesa.
-Creo que no- dijo riendo- Pero dime, ¿Cómo te has levantado hoy?
-Pues feliz, simplemente- conté mientras encendía el portátil- me marcho en coche a la boda de mi madre, le diré que será abuela, seré dama de honor, seré la madre soltera más consentidora del mundo, el bebé tendrá un tío gay- dije mirándolo- que también lo consentirá, y unas tías que siempre lo llevará a la última moda- refiriéndome a Christina y a Megan- sin contar a los padrinos- añadí por Melissa y Roger- que lo achucharán como si fuera un peluche…
-¿Y el padre?- preguntó con gesto amargo.
-He dicho madre soltera- dije alzando las cejas.
-Emily, Alex lo sabe, crees que lo dejará y punto, podéis acordar una custodia compartida.
-Yo no me quiero repartir a mi hijo por semanas, como si fuera una pelota- dije indignándome.
-Pues soluciona la situación- dijo levantándose- por cierto me llamaron de vestuario diciendo que vayas.
-Gracias- dije y me levanté dispuesta a ir, pero el teléfono sonó.
Contesté y di gracias de que fuera Melissa.
-Mel, habla más despacio no te entiendo- dije separando el auricular de mi oreja.
-Emily, Roger me ha pedido matrimonio- y al oír eso me fue imposible pensar en Alex.
-Mel, no sabes cuánto me alegro por ti, vais a ser el matrimonio más feliz del mundo- dije mientras el nudo en mi estómago se asentaba- hablamos en otro momento y me lo cuentas con pelos y señales como te lo propuso, besos- dije feliz.
ESTÁS LEYENDO
Emily Wolf ©
General Fiction[Emily es secretaria de la famosa directora de la revista "Cúspide of moda". Su rutina se ve alterada por la aparición de un atractivo hombre en las oficinas centrales. Ese mismo fin de semana, Emily es invitada a una fiesta dónde se vuelve a cruzar...