Capítulo XVI (parte I)

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Me desperté con mucha pereza, para que engañar. Casi anduve arrastrándome hasta la ducha.

-Ahora recuerdo lo poco que me gusta madrugar.

Mientras se calentaba el agua, me lavé los dientes. Me miré al espejo y me gustaba lo que veía.

-Hoy compro el puñetero ático, así no tengo que madrugar tanto, ni coger el coche- dije mirando las marcas que la almohada me había dejado en la mejilla.

Me duché con mucha paciencia y sosiego. Me vestí y maquillé lo más elegante que pude, no sé por qué en realidad. Desayuné, metí a Buster en el bolso y me fui en coche.

Encendí la radio y saqué de la guantera unas gafas de sol híper-grandes, tenía los ojos sensibles por el sueño todavía.

Llegué tarde, sí. Y me dio totalmente igual. Entré y Taylor llamó al ascensor.

-Muy buenos días señorita Green, viene usted muy guapa- dijo mientras me invitaba a subir al ascensor.

-Que tenga un espléndido día Taylor- dije sonriendo mientras Buster asomaba la cabeza por el bolso.

Llegué a mi planta y tranquila pero decidida caminé por el pasillo hasta llegar a mi despacho. La gente me miraba boquiabierta, me quité las gafas de sol y las puse en un bolsillo del bolso.

-Buenos días Ana- dije parándome frente a ella.

-B-Bueno días Emily- mirándome sorprendida- ¿Si que vienes arreglada?

-Hoy me apetecía, sin más motivo, y mira a quien he traído- dije abriendo el bolso mientras Buster saltaba.

-Pero que lindura- dijo enseguida cogiéndolo- ¿Cómo se llama?

-Buster. Ana ¿Tengo algo importante en la mañana?- pregunté devolviendo a Buster al bolso.

-A las 10 la entrevista aquella con el reportero de Moments, en el bar Palazzo, va a ir Alex también- agregó.

-¿Hoy es la reunión?- dije mientras ella asentía con la cabeza- pensaba que era la semana que  viene- dije triste.

-Si quieres yo cuido de Buster- dijo alegre.

-No, tranquila, lo tengo que llevar a la peluquería- dije entrando en mi despacho.

Cerré la puerta, me quité los zapatos de tacón y caminé por la alfombra. Solté a Buster que enseguida se acomodó y volvió a dormirse.

-Tú siempre tan estresado… - le dije mientras él movía la cola.

El teléfono sonó.

-Dios, se bueno conmigo hoy, porfiiis- aunque muy cristiana no es que fuera yo- Diga- contesté levantando el auricular.

-Emily, soy Alex- al oír su voz el corazón me dio un vuelco- pensé que te podía pasar a buscar y fuéramos los dos juntos a la entrevista.

-Sí, supongo que es buena idea- dije un secamente- ¿Dónde estás?- pregunté levantándome del sillón.

-En la puerta de tu despacho-dijo y la puerta se abrió- hola- dijo con una media sonrisa.

Colgué y Buster enseguida fue a recibirlo.

-Ey amiguete- dijo acariciándole la cabeza- Lo siento por ser tan precipitado.

-No pasa nada, es tu empresa- dije volviendo al sofá.

-Nuestra- me corrigió.

-Bueno, yo no firmé nada, así que tuya- dije sentándome.

Emily Wolf ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora