Capitulo 11: Burning Pile

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Un dolor punzante se hacia presente sobre su cuello, al parecer era en la zona donde la pelinegra le había inyectado, gracias a esa sensación tan molesta, comenzó a abrir sus ojos lentamente, su vista se encontraba borrosa y cansada, por ende le estaba costando adaptar su vista.
Intento alzar su mano para ponerla sobre su cuello, pero no pudo, había algo que apretaba en su muñeca, más bien en sus muñecas, no eran cuerdas si no se sentiría un picor y por ende ardor, sacudió su cabeza intentando recuperar más rápido su visión, logrando así distinguir lo que mantenía sus manos aprisionadas, eran un par de cinturones, muy parecidas a las que usaban en las sillas de eléctricas tiempo atrás, pero al parecer estás no solo se limitaban a estar en sus muñecas, si no que pudo sentirlas de igual manera en sus tobillos.

No iba a negarlo, estaba aterrada ¿Enserio Addams la había secuestrado para matarla de esta manera? Nunca creyó que llegaría a tener una muerte así, y mucho menos a manos de aquella gotica, pero no iba a ceder tan fácil. Quiso gritar ya sea para pedir inútilmente ayuda o llamar la atención de su ex roomie, pero vaya su boca también estaba limitada, en este caso con una cinta bastante resistente, vaya que aquella psicópata había pensado en todo. Lo extraño es que a pesar de estar inmovilizada, ella sabía que sería fácil escapar gracias a su fuerza, pero ¿Por qué no lo hacía? Observó unos instantes sus manos, estiró sus dedos para aferrarse a la silla y comenzar a hacer fuerza, pero no pasó ni un segundo cuando sintió algo frío sobre su cuello, haciendo que está se detuviera.

-¿Tan pronto te quieres ir?

Maldita sea, era aquella voz de nuevo.

Relajó sus dedos, para seguidamente hacerlo con todo su cuerpo, vaya que había caído con una simple pregunta.

La criminal deslizó su mano por el cuello de la oficial, provocando escalofríos en el cuerpo de esta, el tacto era tan delicado como en los viejos tiempos, aunque Enid intentará negarlo, le gustaba aquella sensación, era adicta.
Addams rodeó a Sinclair quedando frente a ella, su mano que estaba sobre su cuello ahora se deslizó hacia su barbilla, para alzar la mirada de la rubia, una mirada en la que se podía notar tanto desesperación como ¿Deseo? Vaya, si que era una combinación extraña.

La mano acompañante de la homicida hizo acto de presencia sobre el hombro de esta, quien le dedicó una mirada, al parecer eso fue suficiente para entender lo que tenía que hacer. Se desplazó por su brazo y mano que sujetaba a la rubia, para así dirigirse a la boca de la secuestrada y quitarle la cinta sin mucha delicadeza que digamos, incluso hizo que la chica se quejara.

Una vez su boca fue liberada jadeo un poco, la contraria apartó su mano de la barbilla de esta y así darle espacio dando unos pasos hacia atrás, dónde se encontraba otra silla, en la cual se sentó sin apartar la vista de la colorida.

-Mierda Addams...- murmuró furiosa -Cuando dije me matarías, no me esperaba que fuera tan pronto.

La oficial soltó una risa mientras mantenía su cabeza baja, evitando una vez más los ojos de la otra.

-Siempre eres capaz de sorprenderme...

No iba a negarlo, a pesar de notarse cierto odio en sus palabras, también se distinguía un tono triste en su voz, dando la ilusión que en algún momento se quebraría.

-Crei que te agradaba... Desde que éramos jóvenes, aunque en tu mirada te mostraras molesta, tus acciones mostraban otra cosa, y cuando nos volvi-

-¿Quien dijo que iba a matarte?- interrumpió.

Al escuchar eso, Enid alzo su vista, mostrando sus ojos que estaban al borde del llanto, miró a Merlina quien estaba sentada con los brazos cruzados, mirándola fijamente con aquellos friolentos ojos y su cara tan seria como siempre.

-¿Q-Que?

-Repito ¿Quien dijo que iba a matarte?

La rubia volteo a ver a Dedos, quien se encontraba a un lado de su silla, quien rápidamente comenzó a decirle en señas "A mi no me mires" regresando su mirada a la gótica.

-Na-Nadie.

Merlina se levantó de su asiento en silencio.

-¿M-Me vas a explicar de una vez porque haces esto?

-¿Para que crees que estás aquí?

Al fin, después de estarse preguntando por varias noches el porque de todo esto, iba a tener su explicación.

-¿No estás cansada de esto?

Y todo empezaría con esa simple pregunta.

-¿Cansada?

-De los normies.

-¿P-por que lo estaría?

La pálida le dedicó una mirada confundida y al mismo tiempo impactada.

-¿Lo haz olvidado? En el Raven, Jericho, los peregrinos... Crackstone.

Suspiró decepcionada, incluso cerro sus ojos esperando que la inmovilizada dijera algo tipo "Cierto" o "Oh, lo había olvidado, tienes razón" pero no fue así.

-Goody me ha hecho ver a través de sus recuerdos todo lo que esos infelices le han hecho a la gente como nosotras- puso su mano donde años atrás aquella profesora peliroja le había apuñalado -Y todo porque nos tienen miedo Enid, miedo porque saben que somos mucho más fuertes que ellos. Los humanos le temen a aquello que no pueden controlar, por eso matan a aquellos que rompen sus reglas o los que no cuadran con su mundo ideal.

La licántropo no era capaz de ver lo que la pelinegra estaba haciendo ahora mismo, solo escuchaba los pasos que está daba por el solitario lugar, quería interrumpir para dar sus puntos de vista, pero sabía que si lo hacía Addams la callaría o que incluso está detuviera su explicación, quedándose así con dudas, así que permaneció aferrada a la silla.

-Asi que... ¿Por qué deberíamos convivir con aquellos que hoy en día nos siguen tratando de menos? ¿Por qué ayudarlos a hacer el mundo a su imagen? Cuando nosotros, los excluidos somos más fuertes y capaces que ellos.

¿Acaso eso era una indirecta hacia ella? Era lo más probable, y eso le ponía de los nervios de punta, quizás no la mataría ahora, pero que tal si eso era porque quería tenerla para torturarla y así hacerla cambiar de opinión, sabía muy bien quera era capaz de hacer eso. Pero no podía quedarse callada, tenía que hablar de su punto de vista con ella, quizás si hacía eso, podía hacerla cambiar de parecer.

-To-Todos merecemos una segunda oportunidad- dijo con miedo, su cuerpo estaba temblando -No todos los normies son así, ellos pueden cambiar... Nosotros los excluidos también, podemos cambiar para el bien de ambos y convivir en armonía.

Una vez más, un silencio sepulcral inundó el ambiente, quizás Enid había hecho cambiar a Merlina de opinión o quizás no.

-¿Desde cuándo hablas bien de los normies? Si no mal recuerdo, cuando íbamos en Nevermore no confiabas en ellos.

-La gente cambia Merlina, han pasado diez años y he cambiado... Todos cambiamos- vaya que estaba tomando bastante valor para hablar y decirle este tipo de cosas a la psicópata que en algún momento era capaz de cortarle el cuello -Pero algo me dice que tú no lo haz hecho- murmuró.

-La paz es algo que nunca existirá entre los humanos y nosotros Enid, lo que buscas es algo imposible.

Addams sujeto la silla en la cual Sinclair se encontraba, la giró para que la rubia pudiera ver lo que se encontraba a sus espaldas, lo cual era tapado por una manta negra, a la cual Merlina se acercó, lista para tirar de ella.

-Esta noche serás testigo de la prueba.

Dicho eso, la pelinegra jaló aquel manto que tapaba aquella prueba, pero en este caso eran "pruebas". La oficial al ver de qué se trataba esto, volvió a sentir aquel nudo en el estómago que había tenido horas atrás, sus ojos se humedecieron al pensar en la idea que Addams le pediría hacer.

Dance With The Devil - WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora