Capitulo 5: Good Looking

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Estaba atónita, no podía moverse y mucho menos emitir algún ruido con su boca, es como si envés de haber visto a la gotica hubiera visto a una gorgona, la cual le hubiera transformado en piedra.

-¿Satisfecha?- su voz se notaba algo fastidiada, pero era normal que ella siempre se escuchará así -Habla Sinclair- cruzó sus brazos, miraba fijamente a la rubia, quien permanecía quieta -No me hagas perder el tiempo ahora a mi...

-A-ah e-es que E-em- la belleza de la pelinegra la había dejado sin palabras, no podía formar ni una simple frase, tenía que calmarse ahora mismo, después de todo no solo era una belleza andante... Si no una belleza bastante letal.

Enid puso sus manos temblorosas sobre sus piernas, buscando calmar sus nervios, respiraba de manera algo agitada, como si hubiera corrido un maratón.

-Me-Merlina- trago saliva una vez pronunció aquel nombre que no decía en años -Merlina Addams, t-tu quedas ba-

-¿Bajo arrestó?- comenzó a dar pasos hacia adelanté, provocando que la rubia comenzará a retroceder -¿Eso piensas decirle a una vieja conocida?- su tono se había tornado a uno un poco más amenazante.

La rubia no era capaz ni de alzar sus brazos para sujetar a la de baja altura, no era capaz de abalanzarse sobre ella, su mente decía que lo hiciera porque era lo correcto, pero su estúpido corazón le rogaba con que no lo hiciera.

"Mierda Sinclair, detenla, la tienes enfrente de ti"

Pensó mientras que sus ojos seguían fijos sobre aquellas perlas negras de la joven Addams. Pero el contacto visual no duró mucho, ya que al estar más enfocada en aquella mirada, no prestó atención a sus pasos, terminando tropezando con sus propios pies cayendo sobre el piso.

-Auch... Eso dolió- se quejo, dirigió su mano hacia su trasero sobándose la zona afectada, apartando su vista por fin de la pelinegra.

Pero aún así, volvería su vista hacia la mujer cuando por el rabillo de su ojo pudo observar como está se hincaba frente suyo, haciendo que algo asustada pusiera sus manos sobre el piso, buscando hacer un poco más de distancia entre ellas.

-N-no te acerques A-Addams- dijo asustada -Te lo a-advierto, si algo me pasa mis compañeros vendrán y estarás en un gra- sus amenazas fueron silenciadas cuando la fría mano de la gotica hizo contacto con su mejilla izquierda.

-Las cicatrices... Se siguen viendo bien- halagó, acariciaba con su pulgar aquellas marcas que la rubia tenía en su rostro, lo cual hizo que el rostro de aquella mujer ser tornará carmesí -Estas temblando... Más de lo que esperaba.

Maldita sea, en tan poco tiempo había puesto a aquella oficial a sus pies, ni siquiera tuvo que esforzarse, aunque en realidad Merlina nunca tenía que esforzarse para poner nerviosa a su ex roomie. Ese rostro, estaba aterrada lo cual le atraía bastante, pero no solo eso sí no ese tono rojizo sobre su rostro se le hacía tan hipnótico, siempre que lo veía no podía evitar soltar una pequeña sonrisa y está no fue la excepción.

La ojiazul pudo notar aquella pequeña sonrisa, no podía evitar pensar "Es tan hermosa" al verla, incluso por tercera vez consecutiva en el día, sus orejas y cola aparecieron de repente, provocando que la rubia entrara en pánico.

-B-Basta de jugar conmigo Addams- al fin pudo mover una de sus manos, la cual la uso para apartar la fría mano de la criminal -No me harás caer, n-no de nuevo.

Sus orejas se agacharon, al parecer estás habían tomado aquella posición por la falta de contactó físico de la pelinegra sobre ella, inclusive su cola comenzó a moverse de manera desesperante, pareciera que le estaba rogando por más.
Enid tomo su cola con ambas manos intentando calmarla, y no solo eso sí no también tenía que mantener su mirada lejos de la pálida, si no volvería a quedar hipnotizada por ella.
Era más fría que en sus cartas, su voz sin emoción se suponía que no debía provocarle alguna emoción, pero por alguna razón esa voz era más poderosa que las cartas.

-De seguro así es como matas a aquellas personas- se levantó manteniendo su vista hacia el piso -Los hipnotizas para después poder matarlos de manera lenta- pudo escuchar como la pelinegra comenzaba a dar pasos hacia atrás, era su oportunidad de ganar terreno -Por eso me citaste ¿No? Para matarme.

-...

De nuevo un silencio se hizo presente, había dado en el clavo ¿Verdad?

-¡Habla Merlina! ¡¿Viniste a mata- y una vez más, sus palabras fueron interrumpidas, pero en este caso fue por una mano, la cual no era la de Addams, si no era Dedos.

-Haces mucho escándalo- se escuchó como la contraria chasqueaba su lengua.

Comenzaba a acercarse de nueva forma a la chica lobo, la cual ahora se encontraba peleando con Dedos para quitárselo de la boca, pero era imposible no solo porque Dedos tenía bastante fuerza, sino que conociendo a aquella chica era incapaz de sacar sus garras y dañar a aquella mano.
Una vez la gotica estuvo a pocos centímetros de la rubia, aprovechó que sus orejas seguían presentes para que con su mano tomara una y apretará, provocando así que la oficial cayera sobre sus rodillas, ya que sabía que tanto sus orejas como su cola eran muy sensibles al contactó. Dedos se apartó de la boca de Enid, yendo hacia el hombro de la Addams, ahora la rubia se encontraba soltando pequeños jadeos gracias a la sensación que le provocaba aquel apretón en sus peludas orejas.

-¿P-por que haces e-esto?- alzó la mirada para ver a la otra chica, la cual por aquel ángulo se veía bastante intimidante, más de lo que ya era.

-...- de nuevo se quedó en silencio mientras veía aquellos ojos tan indefensos de la rubia, apretó con más fuerza la oreja de Sinclair y la jaló un poco hacia atrás, ocasionando que soltará un quejido -Aun es muy pronto para que sepas eso... Oficial Sinclair.

-Q-que ironía ¿N-no crees?- sonrió, para después soltar una risa entre dientes -Pasaste de re-resolver casos a causarlos- una vez mas su oreja fue jalada, pero está vez fue hacia adelante, quedando más cerca del rostro de la pálida ya que está se había inclinado un poco para estar a su altura -Eres tan... Impredecible- murmuró.

Su trabajo era atrapar al causante de aquellos asesinatos tan grotescos que han estado ocurriendo estas últimas semanas, y ahora que había dado con el asesino, se había dejado dominar con mucha facilidad como en los viejos tiempos, no solo eso, si no que ella tampoco le disgustaba la situación, de hecho llegaba a disfrutarlo de alguna manera.
Después de todo, no esperaba que el reencuentro con su "amiga" fuera de esta forma.

Dance With The Devil - WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora