Capitulo 20: I Really Want To Stay At Your House

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Ya era de mañana, y Enid seguía dormida en su cama, pero ya no estaba abrazando a Merlina, quien al parecer ya se había levantado, y por ende se había marchado.

Pero no, ella estaba en la sala de la casa como si de un inquilino más se tratará, ella estaba mirando la televisión, quizás no era de esas personas que se sentarán enfrente de una pantalla a ver gente diciendo idiotez y media, pero ahora tenía que hacerlo para enterrarse un poco de los movimientos de la policía.

"Tenemos sospecha que tenemos una pista muy grande para dar con el asesino"

"¿Cuál sería esa pista?"

Estaba viendo un canal donde estaban documentando todo lo que había hecho la noche anterior.

"Creemos que posiblemente pueda haber sangre del asesino"

"¿Cómo piensan hacer eso? Si literalmente es una carnicería ahí"

"Por eso vinimos nosotros, el FBI tiene muchas herramientas para estos casos, quizás tardemos un poco, pero la búsqueda dará sus frutos"

La ojinegra miraba fijamente el canal con cierto asco, se veía furiosa al ver el rostro de aquel agente del FBI, si pudiera ahora mismo saltar sobre él, le cortaría la yugular para verlo desangrarse y ahogarse con su propia sangré, pero no, era una pantalla, y por ende no podía saltar atraves aunque quisiera.
Estaba apunto de apagar la televisión, pero antes de que pudiera hacerlo, vio como aquel señor tomó el micrófono y lo acercó a su boca.

"Dónde quieras que estés, te atraparemos, tenlo asegurado, pedazo de escoria de exclu-"

No lo dejo terminar, había apagado la pantalla, apretaba el control con fuerza, colocó el control sobre la mesa que estaba enfrente suyo.

-La escoria son ellos...

Murmuró con odió, dejo caer su cabeza hacia atrás mientras ponía sus manos sobre su rostro. No le sorprendía que esos sujetos llegaran a la conclusión de que el causante de todo esto era un excluido, y sin pruebas, pero ya era algo normal, después de todo, ahora los excluidos eran los criminales por excelencia, obviamente habían excepciones, pero se sabía que ellos prefieren mantenerse anónimos.

"Creemos que posiblemente pueda haber sangre del asesino"

Esas palabras hicieron eco en la cabeza de Addams, normalmente no se preocuparía por temas tales como evidencias, era una mujer cuidadosa, no dejaría huellas de ella tan fácil en un campo en el que era experta, el de asesinar, pero esa noche había sido diferente, no solo porque estaba en compañía de la rubia, si no que después de varios años, había sangrado nuevamente.
Puso una de sus manos sobre su hombro, aquellas marcas, aquellas enormes marcas que le había dejado la loba no estaban dentro de su plan, pero había sucedido y por ende había una posibilidad, puede que pequeña, pero aún así era una posibilidad de que una diminuta gota de sangre terminará en el sitio, gracias a Sinclair.

En su rostro se podía notar frustración, pero se estaba conteniendose para no explotar, no iba a hacerlo, porque lastimaria su ego al dejar salir sus emociones, tenía que mantenerse en paz, a pesar que eso era lo último que tenía en ese momento.
Dedos apareció al costado del sofá, llamando la atención de la gótica "Te hice algo de comer"

-¿Enserio usaste las cosas de Enid sin ni siquiera pedirle permiso?

La mano se movió confundido ante la pregunta de su acompañante "¿Quien eres para decir eso? La secuestras y entras a su casa, mejor no escupas para arriba si sabes que te va a caer en la cara"

Lo peor es que tenía razón, había hecho tantas cosas bastante cuestionables cómo para que se quejará de algo tan pequeño.
Se levantó del mueble y se dirigió hacia donde estaba la mesa, para así sentarse en una de las sillas, Dedos corrió hacia la cocina para así darle lo que había preparado, mientras la pelinegra esperaba la comida, pudo escuchar como la puerta de la habitación de la oficial se abría, para seguidamente verla recién levantada, al parecer se había levantado por el olor.

Dance With The Devil - WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora