Capitulo 2: Birds Don't Sing

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-¿Por qué se llevaría el brazo de su víctima?- pregunto Charles mientras esté iba en la patrulla junto a Enid quien estaba con la mirada perdida -¿Sinclair? ¿Me estás escuchando?- el conductor detuvo su auto cuando el semáforo indico la luz roja de alto, lo cual aprovecho para intentar traer de vuelta a la realidad a la rubia -Enid... Enid... ¡Enid!- no tuvo de otra más que alzar la voz, haciendo que la mujer de nuevo diera un salto.

-Ah eh, lo siento... Es que...- dijo en un tono tan bajo que apenas y se le podía escuchar con claridad.

-No hace falta que me des explicaciones- aclaro su compañero, el cual regreso su vista a la calle para seguir con su camino -Este día fue demasiado pesado para ti, ver esa escena... Mierda, soy yo el que debería disculparse mejor, no debí dejarte sola investigando eso sabiendo que eres sensible- se notaba cierta decepción en su voz e impotencia, si que se sentía mal por haberla dejado sola en ese cuarto sola, aunque ella misma le dijo que estaba bien.

-No no, no te disculpes, yo te dije que podía con eso sola, y tú pues seguiste órdenes, no es tu culpa- su tono tan dulce se había hecho presente, ya que no quería que uno de sus únicos amigos dentro del departamento se echará de esa forma la culpa.

-Bien... Entonces, déjame llevarte a casa para que descanses, tu cerebro debe estar agotado.

En eso tenía razón, su cerebro había recibido tanta información de golpe que incluso sentía como su cabeza comenzaba a tener pequeñas punzadas, las cuales se hacían más fuertes cuando pensaba en aquel pedazo de papel, que para empeorar las cosas envés de dejarlo en la estación como muestra de evidencia decidió quedarsela para disque en sus propias palabras "Analizar a profundidad" quizás tenía razón o quizás no.
La oficial permanecía con sus manos ocultas en la chamarra, dónde se encontraba escondida aquella carta la cual estaba siendo acariciada por sus dedos continuamente.

"Mon cher~"

No podía parar de pensar en esa última palabra que venia escrita en aquella breve carta, ese apodó... No recordaba con exactitud si fue la chica gótica quien se lo dijo o si simplemente lo leyó en algún otro lado, siendo posiblemente en una de las tantas novelas que su compañera de cuarto, esa chica sabía tantos idiomas y siempre anotaba frases en otro idioma para darle más identidad a sus historias.

-Llegamos Sinclair- avisó el policía mientras ponía el freno de mano, sacando a Enid una vez más de sus pensamientos.

-Muchas gracias Charles- tomo sus cosas en un solo brazo para así poder abrir la puerta -Mañana te pago tu café como agradecimiento- ambos rieron, para después la joven cerrar la puerta y despedirse de su compañero sacudiendo su mano.

***

Al fin estaba en casa, el único sitio sobre la tierra donde podía estar tranquila, lejos del ruido del exterior, las críticas de sus compañeros, el olor a cadáver y incluso las montañas de papeleo que llegaban casi a diario a su oficina.
La rubia dejo caer su cansado cuerpo sobre uno de los sofás de la sala, dónde su cuerpo fue abrazado por las cómodas de aquel mueble acolchado, cerro sus ojos un instante para respirar de forma profunda, oler de nuevo aire fresco en este caso el de su hogar, le hacía olvidar aquel olor a hierro que había inhalado hace unas horas. Suspiró, para así volver a abrir sus ojos los cuales ya se veían más relajado, así que decidió sacar aquel papel que llevaba consigo, volviendo a leer por quinta vez aquella pequeña frase.

"Veo que aún eres buena para detectar el peligro, Mon Cher~"

-Merlina... ¿Eres tú cierto?- paso una vez más la punta de sus dedos sobre aquellas letras escritas por una máquina de escribir, que en caso de estar en lo correcto ya conocería a la propietaria, pero por lástima no sabía dónde estaría con exactitud.

Era gracioso, como es tener ya la posible identidad del causante de todo esto, pero es alguien que a desaparecido del radar por ya diez años, porque al parecer la familia de ella tampoco tenían idea de quién pudo haber sido de ella después de que acabo la escuela, es como si simplemente la tierra se la hubiera tragado.

-¿Por qué apareces ahora?- se pregunto la joven mientras veía el techo de su hogar, recargaba sus manos sobre el respaldo de su sofá, cerro los ojos y un recuerdo vino a su mente.

-¡No puedo creerlo! Merlina Addams irá al Raven una vez más- hablo con emoción una adolescente Enid, quien se encontraba dando pequeños saltos de alegría -¿Asi que sabes muy bien que significa?

-Por supuesto.

-Vesti-

-Una bala en la cabeza- le interrumpió la gotica.

-Un vestido Merlina, no una bala.

-Da lo mismo, es la misma tortura, solo que está será lenta- hablaba con su misma voz tan inexpresiva, ni siquiera ella entendía porque había aceptado ir nuevamente a ese estúpido baile, si la primera vez que fue todo salió horrible, en especial porque por culpa de Dedos tuvo que ir acompañada de Tyler.

-¡Cierto! Si irás al Raven, eso significa que necesitas un acompañante- la rubia puso su mano sobre sus labios curiosa, pensando en quien podría ser ahora el nuevo invitado de su querida roomie -¡Oh! Ya se, ¿Acaso es Xavier?

-Enid... Ya te había dicho que él y yo simplemente quedamos como... Amigos, y prefiero tenerlo alejado un tiempo para que no se le vuelva a subir a la cabeza esas ideas- se notaba que a la gotica aún le costaba algo de trabajo decir aquella palabra que empezaba con A, por eso hizo una pequeña pausa.

-Ay, cierto... En ese caso no tengo idea, porque a Eugene no le gusta el baile de plano, y no te llevas con las demás personas.

La rubia se sentó sobre su cama, cruzando sus piernas y posicionando de nueva manera su mano sobre su rostro estando ahora en su barbilla, cerro nuevamente sus ojos mientras emitía un ruido de "Mmmmm" con su boca.

-No hace falta que pienses Enid... Porque ya decidí quien va a hacer mi acompañante.

Aquella respuesta hizo que Sinclair abriera los ojos de par en par, encontrándose con la chica de trenzas enfrente suyo, lo cual le sorprendió ya que ella no solía cruzar su lado de la habitación. Alzo su mirada para verla a los ojos, esas perlas negras las miraban fijamente que incluso sentía que penetraban lo más profundo de su ser, provocando que se pusiera algo nerviosa, así que apartó la vista hacia otro lado.

-¿Ah sí? En ese caso ¿Quien es el afortunado?

Estaba preparada para la respuesta, pero digamos que ver la mano de su "amiga" levantándose para señalarla a ella con su dedo índice la tomo de sorpresa.

-Enid Sinclair... ¿Te gustaría asistir al Raven conmigo?

Dance With The Devil - WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora