Capitulo 26: Shut Up This Is Love

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Había llegado el día, el día en el que por fin tendría su tan esperada cita con Merlina Addams, estaba con los nervios de punta, de hecho no había logrado conciliar el sueño.
Provocando que Enid se molestará, ya que quería tener su energía al cien porciento para aquel evento tan importante, pero había otra opción para mantenerse despierta.
Ella no era muy fan del café cargado, pero últimamente lo ha tomado bastante, quizás tomar otro una vez más no le haría daño.

Tomó la taza de café y tomo de esta, hizo una pequeña mueca ante aquel sabor tan fuerte, definitivamente no se había acostumbrado.

-Agh, no entiendo cómo podía tomar esto a diario- camino con aquella taza por enfrente de un espejo, volteando para si mirarse en este -Por Dios, no había notado esas ojeras- paso su mano por aquellas bolsas que estaban bajo sus ojos -Definitivamente tendré que cubrirlas.

Dicho y hecho, cuando comenzó a alistarse para aquella cita, lo primero que hizo después de ducharse, fue cubrir aquellas imperfecciones, obteniendo así un aspecto más "presentable" y el asunto no acababa ahí, si no que como le había dicho la gotica, tenía que ir elegante y eso era lo que iba a hacer, iba a ir de manera tan deslumbrante que haría que los ojos negros de su amada se derritieran.
Se había tomado un total de casi tres horas en arreglarse, si que se había tomado bastante su tiempo, pero es que quería quedar lo mejor posible, no quería verse mal ni en lo más mínimo. Se había puesto un vestido que en su vida creyó usar, lo había comprado hace un par de años, y aún así nunca le había dado uso, porque solo lo usaría para algo importante, y había llegado ese día.

No faltaba mucho para que ya llegará la hora acordada, estaba tan nerviosa que había comenzado a caminar de un lado a otro en la sala de su casa, mientas murmuraba cosas son sentido o incluso dialogaba sus conflictos internos, frases como "No puedo hacer esto porque está mal, va contra la ley" "Pero la amas, no puedes lastimarla" y similares salían constantemente de su boca, comenzando a agotarla mentalmente.
Pero aquella pelea que tenía consigo misma fue interrumpida por un tono de llamada, pero este venía de su celular principal, haciendo que está mostrará fastidio al ver de quién se trataba.

-Charlie...- se le quedó viendo a aquella notificación por unos segundos, para posteriormente contestar -¿Que quieres?

-Lamento llamarte, pero necesito hablar seriamente contigo.

-No tengo tiempo para eso ahorita Charlie.

-Se que dijiste que no te sentías muy bien, pero debo darte un aviso rápido.

Enid no pudo evitar hacer una mueca, se notaba molesta, no quería que su felicidad se viera interrumpida por esa estúpida llamada. Puso sus dedos sobre el puente de su nariz, acariciándolo para calmarse.

Suspiró -Bien ¿Que es lo que pasa?

-Necesito que nos reunamos, se supone que esto lo iba a organizar para hoy temprano, pero dijiste que te encontrabas mal, así que decidí recorrerlo a la noche.

Le había aliviado que no le haya dicho algo que pudiera perjudicar su cita, pero no le ponía tranquila del todo.

-Esta bien, haré lo posible para reunirme contigo... Y por favor, que sea en mi casa, no quiero sentirme más agobiada con el FBI.

-Me parece excelente, entonces nos vemos en la noche oficial.

Colgó sin ni siquiera despedirse de su compañero, no le interesaba en ese instante intercambiar palabras con nadie más que no fuera Merlina, era su día, y por ende su mente estaba enfocada en una sola cosa.

No pasó mucho tiempo para que el timbre de su casa se hiciera presente, sabía muy bien de quién se trataba, así que se dirigió rápidamente a su puerta para abrirla. Encontrándose así a la mujer que estuvo esperando todos estos días a qué volviera a aparecer.

-Hey- saludo primero la rubia, sus ojos recorriendo de abajo a arriba el cuerpo de la más baja, se veía demasiado bien, ya que no era solo su vestimenta, si no que por primera vez, la estaba viendo con el cabello suelto -A-ah, te ves bien- su vestimenta era completamente negra, esa enorme gabardina era lo que más me gustaba.

Un silencio se hizo presente por unos segundos, para después ser interrumpido por la voz de la gotica -El color vino se te ve lindo... Hace resaltar el color de tus ojos.

Alzó su mirada para poder ver los ojos azules de la licantropo, haciendo que está comenzará a sentir su rostro arder, apartando rápidamente la mirada para evitar más vergüenza.

-S-sera mejor que nos pongamos en camino- tartamudeaba, apenas podía hablar con claridad.

-Pongamonos en marcha- la pálida tomo con delicadeza la mano de su amada que poseía aquel anillo, dirigió su temblorosa mano hacia su rostro, haciendo que la contraria volteara a verla -Cara mia~- plantó un beso sobre aquella joya, sin apartar la mirada de aquellos ojos azules.

Addams comenzó a guiar a Sinclair, está cerró la puerta atrás suyo cuando empezó a avanzar.
Tenía curiosidad en como llegarían al sitio de la cita, porque ella no tenía auto, y no veía a la pelinegra pedir un Uber, así que solo había una posibilidad.
Y si, la pálida poseía un auto, pero no uno moderno, era perteneciente a una época pasada, pero a pesar de eso tenía un buen estado, incluso impresionó a la rubia, abriendo su boca del asombro, en algún momento se le caería la mandíbula.

-¿Co-Como es que tienes un a-auto así?- señaló con su dedo.

-Me lo dió mi padre cuando cumplí los veinte años- se acercó a la puerta que era del copiloto para abrirla -Y serás la primera en acompañarme en ella- invito a la loba a entrar.

La oficial entro gustosa al vehículo, nunca creyó que llegaría a entrar en un auto como ese, era demasiado "vintage" le encantaba. No pasó mucho para que Merlina entrará al auto por la puerta del piloto, la rubia volteó a verla y las primeras palabras que se le vinieron a la mente fueron simplemente "Es perfecta" ese perfil era tan hermoso ¿Cómo es que podía verse bien en todos los ángulos posibles? Ojalá pudiera quedarse todo el día apreciando aquel rostro tan deslumbrante.

Merlina encendió el auto, le dedicó una pequeña mirada a Enid, todo este tiempo había permanecido con su rostro serio, pero en su interior estaba "experimentando un ataque de serotonina" como ella solía decirle.
Y sin intercambiar palabras, comenzó a conducir hacia donde sería su preciada cita.

Dance With The Devil - WenclairDonde viven las historias. Descúbrelo ahora