El silencio se a vuelto más incómodo y tenso con el pasar de los segundos.
La sudadera que solía llevar siempre la había acalorado en esta ocasión, por ello decidió quitársela, y sin querer parte de su abdomen quedó expuesto unos segundos, pero que fueron los suficientes para que la azabache notara los moretones que llevaba.
—Annie...No has respondido a nada de lo que te eh dicho.
Algo en su tono de voz la hizo sentir muy presionada. Temerosa. No ella, sino el tema.
—Olvidé la pregunta.—Murmuró.
La azabache se levantó de la silla de forma brusca sin querer, y la rubia cerró los ojos por impulso.
—Eres muy olvidadiza.—Se rió.—Pero te lo repito si gustas.
Se paró frente a ella.
—¿Por qué estás golpeada?
Como era de esperarse no habló, y Mikasa se acercó a ella un poco más.
—¿Puedo ver?
Negó.
—¿No?
Negó de nuevo. Annie mantuvo la mirada fija en el escritorio. La presencia de la azabache era un poco intimidante, quizá por su altura, quizá porque sabía que la estaba mirando fijamente y odiaba que la gente se le acerque por la espalda.
—¿Te caíste?
—No.
Bufó. Por la pequeña abertura del cuello en su blusa pudo visibilizar un par de marcas más. Hematomas con tonalidades moradas y hasta verdes, lo que significaban golpes recientes.
—Se ve grave.
—No duele como parece.
Mikasa abrió los ojos con aparente sorpresa.
—Que raro, hace rato te quejaste.
—Me lastimé entrenando.—Habló entre dientes.
—Creí que lo dejaste hace años.
—Volví a retomarlo hace poco.
Perdí la practica y me lastimaron.—Gruñó.—¿Puedes mirarme a los ojos cuando hablas por favor?
Suspiró, y la miró de reojo con mala gana. La azabache se había sentado en el escritorio frente a ella en la espera de su respuesta.
—Volví a retomarlo hace poco.—Repitió.—Perdí la practica y me lastimaron...
Mikasa la miró un rato en silencio. Rato que pareció infinito y lento ante su mirada de seriedad y hasta disgusto, porque sabía que mentía.
—Vale.—Bajó del escritorio y le dió la espalda.
¿Han dicho estár bien a pesar de ser obvio que todo en la vida últimamente es una mierda? Y que aunque decimos no querer hablar del tema, de cierta forma solo queremos saber si le importamos a alguien, tener la esperanza de que quizá esa persona notó algo mal en ti y quiere saber si puede ayudar de una u otra forma. Porque le importas...
Shit.
Miró a Mikasa alejarse de ella y volver a sentarse, sin preguntarle nuevamente del tema en lo que restó de la terapia, y que, aunque fué Annie la que dijo que deje de insistir en primer lugar...Le dolió que si lo hizo.
Doble shit.
【My psychologist.】