Narrador.
El tema respecto a lo que sentían la una por la otra se había aclarado, y pensaban continuar de la misma forma en la que lo hacían aunque quizá eso no fuera a ser lo mejor, no en sentido moral, sino que...las cosas podían salirse de las manos tarde o temprano al no tener realmente un rol fijo ahora.
Quizá más temprano que tarde.
Las conversaciones y llamadas de la última semana han estado un poco acaramelada, pero sin llegar a la asquerosamente cursi o penoso, aveces simplemente no podían evitar sentir ese calorcito peculiar subir a sus mejillas, pero a lo que han sido las terapias, estas han estado igual que siempre, aunque ahora Mikasa se despedía de ella con un pequeño beso en su mejilla antes de salir, cosa que, sinceramente le gustaba mucho a Annie.
Para Hank era bastante obvio el que la rubia cada vez le estaba tomaba más distancia, o se la pasaba más tiempo en su habitación con el celular que antes.
Por supuesto, pidió una explicación, que Annie nunca le dió realmente pero ya estaban a mano, además, por razones obvias no era algo que le pensaba comentar sabiendo como es, y como le tenía bastante coraje a la azabache.
Hank, no muy contento con sus pobres excusas, a decidido dejar el tema por el momento aunque le llamara mucho la atención las actitudes que Annie había adquirido.
Esa rebeldía...no podía ser.
¿Cómo se atreve a contestarle con argumentos válidos? Él era la autoridad, y no tenía porqué cuestionarle nada. ¿Es que acaso no sabe que no tiene porqué contradecirle?
Estaba teniendo...más conciencia. Y ya le daba de quién era la culpa.
Antes de dejar a Annie en la entrada del consultorio, colocó el seguro mucho antes de que Annie pudiese abrir la puerta para salir.
Ella le miró extrañada desde el asiento de atrás. El preguntó entonces, si tenía algo para decirle antes de dejarla, a lo que Annie respondió que no, y quitó ella misma el seguro con la mano para salir, mientras Hank solo apretó el volante mientras la veía alejarse.
Parece que alguien a tomado la ausencia de golpes para darse esas libertades.
Se estaba buscando que la eduquen con mano dura de nuevo si no aprendía a comportarse.
[My psychologist.]
Caminó un tanto molesta en dirección al consultorio. Lo que haya querido decirle antes ya no importaba ahora, y no, sinceramente nada de lo que fuera a decir sería agradable para él de escuchar...como sus emociones por ejemplo, a las que si mal no recuerda, jamás le tomó su debida importancia.
Cuando llegó, saludó a Sasha con un pequeño movimiento de cabeza , y esta agitó su mano alegremente mientras seguía al tanto de una llamada telefónica. Resultó que la razón de no haberla visto la otra semana se debió a que la castaña enfermó.
Ella le hizo una seña con su mano para que accediera, a lo que Annie agradeció.
[...]
Lo que respecta a sus terapias ocurrió igual que siempre, aunque esta vez Mikasa vió un poco tensa a la rubia a media sesión. Ella dijo estár bien, que solo era un poco de estrés.
—¿Segura?
Asintió, y la vió acomodarse de mejor forma mientras tocaba su cuello.
—Creo que es tensión muscular. ¿Pasó algo en casa?—Le miró preocupada.