My psychologist. [Mikannie] G!P

[5]

¿Qué se supone que esperas cuando tu doctora mental dice tenerte una sorpresa? Más aún cuando se niega a darte una pista, y se comporta de una forma más amigable contigo.

En un principio solo le pareció que esa era la personalidad de la azabache y ya, que siempre le sonreía y la hacía sentir cómoda para llevar a cabo las sesiones, pero ahora se sentía diferente. Extraño.

Las dos alejan sus ojos de la contraria cuando escuchan a alguien tocar la puerta.

—¿Puedo pasar?

Una mujer castaña de lentes con una bata blanca similar a la de Mikasa se posó bajo la puerta.

La azabache al verla sonrió más y fué hasta ella.

—Claro, Hange. Pasa.

Hange miró a Annie con una sonrisa amigable y se acercó.

"Mierda, ya basta."

—Hange, ella es Annie. Mi paciente.—Dijo la azabache.—Annie, ella es Hange. Una amiga mía.

—Hola, Annie.—Dijo la castaña.—Mikasa me contó un poco sobre ti. ¿Qué tal van las cosas?

—Uh...normal. Supongo.

Miró extraña a ambas mujeres. Era obvio que la visita de esta mujer se debía a algo, y no a una simple coincidencia para que este par simplemente se saluden.

Mikasa y Hange notaron duda, y quizá un poco de amenaza en todo esto, así que la castaña se apresuró en hablar antes de que Annie lo hiciera.

—Mi nombre completo es Hange Zoe, y soy trabajadora en protección de adolescentes y niños.

Hange al ver que Annie no pensaba hablar decidió explicar el porqué de su visita. Porqué con ella.

—Mikasa dijo que tenías un par de heridas.—Se sentó frente a ella.—Eso...

Annie la miró de mala forma.

—Eso fué un accidente.—Interrumpió de forma abrupta.—Me caí. Ya se los dije.

La mujer de lentes frunció las cejas.

—Mikasa dijo que te las hicieron entrenando.

"Fuck."

Eso fué un subir de sensaciones en el vientre, pero de alguna forma logró darle sentido, explicando que la empujaron en el dichoso entrenamiento.

Mikasa y Hange se miraron de reojo en silencio. Annie era creativa, pero no lo suficiente para engañarlas.

La postura de la rubia comenzó a volverse muy a la defensiva con ambas mujeres al ver que no le quitaban la mirada de ensima.

—Tranquila.—Dijo Hange.—Cada cierto tiempo vengo a dar la vuelta por aquí debido a mi trabajo. Solo quiero realizarte un par de preguntas. Si estás de acuerdo con eso, claro.

Al final terminó asintiendo de mala gana, y Hange le pidió a Mikasa que se retire, pues solo necesitaban ser ellas dos.

Ella aceptó, le tiró una última mirada a la rubia y se alejó.

Annie vió a Hange tomar un pequeño banco y sentarse frente a ella para comenzar.

—¿Cuál es tu nombre completo corazón?

—...Annie Leonhart.—Murmuró.

—Annie.—Talló su barbilla mientras repetía su nombre de forma suave.—Es un nombre muy bonito.

—Gracias.—Apretó los labios.—Mamá me lo puso.

—Dime, Annie ¿cuántos años tienes?

—Dieciocho.