Rutina.
¿Su definición? Costumbre o hábito adquirido de hacer algo, de un modo determinado, que no requiere tener que reflexionar o decidir.
Algo que a largo plazo abruma, aburre, irrita y hasta te hace perder motivación.
Si bien era frustrante saber que día tras día solo despertaba para hacer lo mismo hasta volver a dormir, de cierta forma, esto le ayudaba a sentirse tranquila y en su zona de confort, pues saber que hasta cierto punto tenía control sobre las cosas le era gratificante. Esto más que nada, porque a Annie no se le daba mucho el cambio.
Pero el día que salió a caminar bajo la lluvia fué como un pequeño sentir de adrenalina. Curiosidad por salir un poco más allá la próxima vez, y quería hablar con Mikasa de eso en la sesión de hoy.
Afortunadamente esa mañana despertó bastante bien. No tenía frío, el cuerpo cortado o indicios de mucosidad por su grandiosa idea de caminar por ahí como si realmente estubiera del todo sana. Tal parece que...corrió suerte esta vez.
Cuando llegó al lugar, Sasha no estaba en recepción, lo que se le hizo un poco extraño, pero de acuerdo a la hora en su celular, ya era su turno de entrar.
Tocó despacio un par de veces solo para confirmar, y la voz de la azabache le dió permiso para entrar.
La habitación estaba moderadamente iluminada...demasiado para su gusto y sus sensibles ojos, los cuales terminó tallando, tratando de enfocando la mirada al final del cuarto, donde estaba Mikasa, sentada en su silla.
—Buenos días.—Dijo esta, dejando el celular en el bolsillo de su pantalón.
—Buen día...doctora.—Murmuró la rubia.
La azabache la miró en silencio y después soltó un suspiro algo pesado.
"¿Ahora soy doctora, eh?" Pensó la azabache.
—Toma asiento, por favor.—Señaló el diván.
Annie le miró de reojo, y obedeció. Recostadose poco a poco sobre el frío sillón reclinado.
Mikasa se levantó de su silla y caminó hasta ella con un semblante algo serio. Un poco intimidante la verdad.
"¿Estará molesta?" Pensó Annie.
Evitó hacer cualquier contacto visual con ella en caso de ser así, y solo descansó las manos sobre su vientre.
"¿No quiere verme...?" Se cuestionó Mikasa.
Sintió se paró a su lado un momento, y la miró.
—¿Cómo estás?—Intentó romper el hielo.
Annie giró para verla.
—Bien...
—Me alegra.—Se acomodó en el pequeño banco para dar inicio a la sesión.
Recapitularon lo anterior para estár al tanto, y podría decirse que la cosa marchó bien, pero lo cierto es que Annie hoy tenía una actitud retraída con ella. ¿Es que hizo algo malo? ¿Dijo...algo malo quizá? Pasó saliva. ¿Será que algo malo pasó en casa? Quería creer que no.
Aunque haciendo algo de memoria, Annie cambió de actitud de un momento a otro en la última sesión.
—¿Hay algo que quieres decirme?
Le vió esconder las manos en el bolsillo de la sudadera.
—¿Por qué lo dice?
—La última sesión la pasaste distraída.—Suspiró.—Sé que no me escuchaste en lo más mínimo, y antes de irte me llamaste doctora.