-No confío en nadie, incluyendote Levi
- Mi Lady no necesito que confíes en mí para amarte ni mucho menos para cuidarte.
Elba Albrecht llegó a la legión después de escapar de la tormentosa vida que vivió en el subterráneo, pero se encuentra con múlt...
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La libertad se encontraba en cada uno de los rincones que cubría el mar, al menos eso fue lo que dijo Armin. ¿Qué habrá mucho más allá?.
Después de caminar tanto por los densos bosques, volví a una pequeña cabaña en medio de los árboles. Tenía un ligero vestido color lila, era invierno y mí pequeño cuerpo temblaba de frío.
-¡Maldita sea, Elba!, ¿Cuántas veces te tengo que decir que no salgas?.- dijo aquel hombre sin rostro.
Su voz me parecía familiar, sin embargo, no podía reconocer quién era.
-Lo siento.- dije con voz temblorosa.
El hombre me golpeó en la mejilla provocando que volteara mí cara sujetandola entre mis manos.
-un "Lo siento" no bastará si llegó a perder las cordenadas.
El hombre se acercó a la chimenea tomando el atizador que estaba junto a ella.
-Acércate, ya está algo caliente.
-N-no volverás a dejarme marcas,¿Verdad?.- pregunté inocentemente.
-Es tú decisión, sólo tienes que activar el escudo y no te lastimare más lo prometo.
Por alguna extraña razón confíaba en aquel hombre, tanto que ingenuamente me acerque a él. No puedo decir que fue error mío al hacerlo ya que era tan sólo una niña pero igual me culpaba por ese instante.
El hombre tomó el atizador y lo puso sobre la piel de mis brazos, estaba demasiado caliente, tanto que provocaba severas quemaduras en mí piel.
-¡Ah!,¡Eso duele!,¡Por favor detente!.- decía entre sollozos.
-Ya casí Elba, ¡resiste un poco más!.- dijo para colocar otra vez aquel metal caliente en mí piel.
Volví a gritar por el extenso dolor provocado en mi piel.
-¡Elba!,¡Elba!.. ¡Despierta!.
•••
Desperté de golpe levantando rápidamente la mitad de mí cuerpo, quedando sentada en la cama.
-¡Oye!, Tranquila, todo está bien, sólo fue otro maldito sueño.- habló Levi tratando de tranquilizarme.
Miré a Levi quien tomaba suavemente mi mano acariciándola, miré a mi alrededor topandome con la mirada molesta de varios soldados.
