-No confío en nadie, incluyendote Levi
- Mi Lady no necesito que confíes en mí para amarte ni mucho menos para cuidarte.
Elba Albrecht llegó a la legión después de escapar de la tormentosa vida que vivió en el subterráneo, pero se encuentra con múlt...
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—Papá quiero ir a casa.
—Pronto estaremos ahí cariño, solo déjame colocarte esto y nos iremos, ¿sí?.
Grisha colocó tres jeringas con un extraño líquido en mis pequeños y delgados brazos. Mis memorias ahora lo confirmaban, Grisha era mi padre.
Se veía algo presionado, su aspecto desprendía un gran temor mientras apretaba fuertemente mi brazo.
—¡Ah!, eso duele Papá, me duele mucho, quiero ir con mamá.— comencé a sollozar.
—So- sólo bebe esto y nos iremos.— Grisha me entrego un pequeño frasco con un pecualiar líquido rojo.
Lo bebí haciendo unas extensas muecas, la mayoría eran de dolor.
—Me-me duele el cuerpo, ¿Qué está pasando Papá?.
—Tranquila todo estará bien.
Fue lo último que Grisha dijo antes de que mi vista perdiera total claridad.
—¿Ahora lo ves?.— dijo Lord Reiss quitando su mano de mi brazo.
Volví a estar en aquella habitación cristalina. Podía sentir lo abiertos que estaban mis ojos, me ardían tanto de no poder parpadear.
—Grisha fue una persona cruel por eso están aquí para devolver lo que se nos fue arrebatado.— habló Reiss.
Reiss trajo consigo una larga vara de metal.
—¿Lo recuerdas?, al parecer los 3 poderes que se otorgaron sólo se pueden activar al mismo tiempo mediante el dolor físico.
Ahora lo recordaba Grisha solía llevarme a una casa en medio del bosque. Ahí me colocaba de rodillas y ponía en mis manos un atizador caliente hasta que se activará lo que ahora conocía como 3 poderes. Solía dejarme horas ahí hasta que logrará lo que nunca me pudo explicar.
