꧁꧁ Capitulo 41 ꧂꧂

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La noche nos acechaba, había solamente oscuridad a nuestro
alrededor, de no ser por las linternas no veríamos nuestro camino.

—Pronto amanecerá y aún no llegamos.— habló Levi

—Cuando pasemos la montaña Levi, shinganshina está cerca.— dije mientras mantenía las coordenadas escritas en papel.

Levi asintió y siguió su paso al frente.

—¿Se seguirá quejando todo el tiempo?.— musité.

Mis pies dolían como si cuchillos fueran clavados sobre ellos con cada enorme paso que daba, tenía hambre y también sueño, sólo quería terminar con esto lo más pronto posible y volver a casa.

—Así que pronto habrá una boda ¿Eh?.— dijo Hange viéndome de forma extraña.

—¿Qué?...— respondí nerviosa.

—Tú collar lleva una sortija,la noche del gran festín ví a Levi observarla durante casi un día.— respondió Hange.

Aún me daba un vuelco en el corazón cada que veía aquella sortija, estaba bastante preocupada por llevarla en mi dedo y al estar peleando se pudiera caer, así que lo até a una antigua cadena y lo usé como collar.

—Supiste ablandar al enano.— volvió a hablar Hange.

—Sigue siendo Levi, me preocupa que nuestros enemigos vean una debilidad en él a causa de esto.— dije cabizbaja.

Había muchas emociones encontradas en cuanto a mi relación con Levi, lo amaba demasiado y era algo que no podía esconder de nadie pero al mismo tiempo me preocupaban los demás, cuando descubrimos que no sólo los Titanes eran nuestros enemigos realmente algo cambio en mi perspectiva y me daba miedo enfrentarme a una situación en dónde la debilidad de ambos fuéramos nosotros mismos.

—¡Titán a la vista, iluminen la zona!.— gritó Jean.

Frente a un inmenso árbol un titán yacía junto al tronco como si estuviera descansando, no sé movía y tampoco notaba nuestra presencia, estaba completamente inmóvil.

—Tranquilos sólo está dormido, no es de esos nuevos titanes que se mueven con la luz de la luna.— dijo Hange.

Seguimos nuestro camino sin dejar preocupación atrás de nosotros, la oscuridad nos alimentaba y no había algo más aterrador que no poder ver más allá que sólo lo que la luna iluminaba.
El sendero se hacía cada vez más hostil a nuestro paso pero aún así había una atmósfera extraña o al menos era algo que yo sentía, estaba preocupada y aunque sabía que estábamos yendo justo a la boca del lobo, eso no era lo que me mantenía inquieta, claro, hasta que ví a mi lado el semblante de Eren y su aterradora expresión, aunque mantenía los ojos fijos en un sólo punto, el sudor de su frente se hacía notoria al igual que su temblorosa mano que hacía agitar la linterna.

𝒕𝒆𝒂 𝒘𝒊𝒕𝒉 𝒍𝒐𝒗𝒆 ( ʟᴇᴠɪ x ʟᴇᴄᴛᴏʀᴀ). ( EDICIÓN) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora