Essential-Cedric Diggory

11

Chapter eleven
Diary

Diana's pov:

La velada de Halloween había llegado a su fin y absolutamente todos los alumnos comenzaron a salir del gran comedor, impactados con lo que acababa de ocurrir. Pero yo no fui de esos, sabía que, aunque la noticia de que Harry Potter participaría del torneo fuera impactante, a Mónica no se le pasaría por alto la sonrisa enorme que le dirigí a Cedric en cuanto fue elegido campeón.

-ustedes vayan, yo no quiero estar con todo ese estruendoso ruido que habrá en la sala común- le resté importancia. Los chicos se fueron, ensimismados con la idea de Harry siendo el cuarto campeón. Pero Mon se quedó ahí, mirándome.

-te quedas aquí para hablar con Cedric.- ok... esto se iba de las manos.

-¿qué? Estás diciendo cualquier c-

Pero fuimos interrumpidos por la voz de un chico. Era aquel Slytherin con el que Mon entró al gran comedor la otra vez.

-¡Mon!- le dijo desde la puerta y luego se acercó un poco, parecía algo serio- ¿podemos hablar?

Sonreí

Parece que estoy de suerte.

Mónica me dirigió una mirada asesina, como si leyera mis pensamientos.

-Claro- le respondió al chico antes de mirarme de nuevo- esto no termina aquí, Diana.

-Sisi, lo que digas. Que la pases bieeeeen- le respondí con una sonrisa angelical e inocente mientras se alejaba con su chico con cara de querer matarme.

Ya veremos si logras encontrar el momento.

Sonreí abiertamente antes de sacar el cuaderno que tenía guardado bajo mi túnica y un invento muggle que es como una pluma pero con tinta transportable dentro. Era mi diario, usualmente nunca lo sacaba de mi dormitorio, pero teniendo en cuenta que cierta compañera morena me está vigilando, no tenía tiempo ni de escribir en él, nunca estaba sola. Aproveché que no había nadie y que, por el drama de Harry, seguro estarían hablando hasta muy tarde. En todo caso, si salieran los campeones de la habitación probablemente saldrían primero los profesores para ir a la oficina de Dumbledore, y entonces yo sabría cuando irme sin que me vieran. 

La verdad es que mis manos hormigueaban con el deseo de escribir cómo Cedric me buscó por ayuda, la manera en la que me tomó de las manos para decirme que le dije justo lo que necesitaba oír, la alegría que me daba que sea campeón de Hogwarts.

Y eso hice, escribí todo lo que me salía y fue tan natural como de costumbre. Pensar en Cedric era natural para mi, escribir sobre él más todavía. 

Iba por la mitad de mi relato en el diario cuando escuché un ruido proveniente de detrás de la mesa de los profesores.

-Debe ser Dumbledore- susurré y la pluma muggle que estaba usando se me cayó al piso. Debía apurarme si no quería que cierto chico de Hufflepuff me viera.

Me metí debajo la mesa a buscar lo que se me había caído.

-demonios, ¿Dónde está?- murmuré mientras tanteaba el piso. Y de pronto escuché la voces femeninas hablando en francés. Me divirtió un poco escuchar la indignación en su voz. Luego escuché pasos fuertes, duros, por debajo de la mesa pude ver el uniforme de los de Durmstrang, así que debía ser Viktor y el director. 

Y ahí raciociné.

-Oh por Merlín, apúrate- me dije a mi misma mientras intentaba buscar lo más rápido que podía. 

Y la voz de Cedric me hizo paralizarme, estaba hablando con Harry. 

-O sea... que volvemos a jugar el uno contra el otro.