Chapter seven
Not fairDiana's Pov:
Fui corriendo hacia mi habitación, agradeciendo que Mónica no se encontraba en ella, tampoco mis otras compañeras de habitación. Cerré la puerta con desespero, mi respiración seguía acelerada.
Después de tantos días forzándome a no cruzarme o hablar nunca más con Cedric...
Seguía sin entender qué acababa de ocurrir. Mi mente rebobinaba todo el tiempo que pasé con él, cuando sentía su mirada sobre mi mientras escribía.
"-¿Y qué más da? Te ha de quedar lindo el amarillo"
Mi corazón se aceleró al recordar como posaba su mano en mi hombro. Y al recordar que tenía su bufanda puesta pude sentir mi rostro calentarse. Toqué la bufanda con la yema de mi dedo, de forma delicada para luego hundir mi rostro en ella, inhalando todo su aroma. Era tan... él.
Me tiré a la cama, maldiciéndolo en cuarenta idiomas.
¿Por qué tenía que hablar conmigo cuando estaba decidida a olvidarlo? ¿Por qué tenía que darme su bufanda para que me quedara con un recuerdo suyo?
El plan era olvidarlo, dejar de pensar en él. No era justo, para nada.
¿Por qué ahora? Quizá para él no significara nada, pero a la mierda lo que sienta él, de seguro era obvio lo que sentía yo. De los 4 años que llevo obsesionada, justo cuando decido que quiero olvidarlo es cuando comienza a hablarme y a ser tan... lindo conmigo.
En mi mente solo estaba su sonrisa, al lado mío pude ver cómo estaban los libros que había retirado, esperando a que yo los utilice para hacer el trabajo que Snape nos había exigido. Suspiré, tenía que hacerlo si o si porque el lunes debía entregarlo.
Comencé a abrir los libros y desenrollar el pergamino. Por más que mi mente estaba pensando en él, intentaba con todas mis fuerzas escribir cosas de los libros en el pergamino.
Pasó una hora y ya había hecho un metro y medio. Cansada, decidí que terminaría lo demás el domingo, me tiré la cama dispuesta a dormir cuando la puerta se abrió.
-¿Diddy?- la voz de Mónica me hizo mirar a la puerta- ahí estás... ¿por dónde andabas?
-estaba haciendo el maldito trabajo de Snape- me levanté.
-genial, ¿puedo verlo?- su vista estaba fija en el trabajo.
-hice solo metro y medio y de seguro todo está mal.- me encogí de hombros.
Mientras esta leía la primera parte, su ceño se frunció y luego dirigió su vista a mi, ahí fue cuando supe que algo estaba mal, porque se tapó la boca con las manos por la sorpresa y tiró el pergamino en el camino.
-¡ey! ¡Mi trabajo!
-¡Diana!
-¿Qué rayos te ocurre?- Me intenté ver a mi misma y pude ver que llevaba puesta la bufanda.
-¡¿DE QUIÉN ES ESA BUFANDA?!
-Relájate, Mon- intenté parecer relajada cuando ya sabía que mis mejillas estaban rojas.
-¡TUS MEJILLAS ESTÁN ROJAS! ¡TUS MEJILLAS NUNCA SE PONEN ROJAS! ¡TIENES NOVIO Y NO ME LO HAS DICHO!
-¿¡Qué!? ¡NO!
-¿A no? ¿Con quién estabas? Porque hasta tu pergamino te delata- lo levantó y me lo dio.
Frunciendo el ceño lo abrí y comencé a leer lo que había puesto.
"El filtro de muertos en vida, por ejemplo, es una poción para dormir en exceso poderosa, sus ojos son los más lindos que he visto. Sus efectos son similares a los de animación suspendida, cómo sonreía..."
Preferí no continuar leyendo, me enfadé al saber que tendría que reescribir todo el pergamino. Arrugué mi metro y medio de pergamino, tirándolo al suelo y pisándolo con enfado..
-Pero qué tontería.
-Dime de quién es esa bufanda, Diana.
-Pues, es de...- necesitaba hallar un nombre rápido.- Hannah.
-¿Hannah?
-si, Hannah Abbott. Me encontré con ella cuando estaba en la biblioteca. Nos sentamos juntas y cuando vio que yo tenía frío me prestó su bufanda. ¿Contenta?
-¿Y cómo explicas el pergamino?
-Pues...- me estaban exasperando tantas preguntas, nunca tuve que inventar tantas excusas para ocultar mi obsesión con Cedric, nadie nunca me cuestionó nada- Nada. Hannah estaba leyendo en voz alta un cuento. Por eso quise intentar terminar el trabajo aquí, me estaba distrayendo. Ahora tendré que rehacer todo el maldito trabajo de nuevo.
-¿Estás segura?
-si...
-¿Cómo es posible que nunca te haya gustado nadie?- se tiró a mi cama- es decir, no lo entiendo, nunca me has hablado de ningún chico. Y no es por la falta de atención, porque hay mucha gente interesada en ti, tonta.
-No sé de qué me hablas.
-Exacto, ni siquiera te das cuenta cuando alguien está interesado en ti.
-porque no es... no es algo en lo que me interese.- mentí.
-Ya...
-lo digo en serio. Mejor vamos al gran comedor, ya son las una.
Ambas bajamos las escaleras y nos dirigimos al Gran Comedor. Al entrar vi muchas miradas dirigidas a mi. Cielos... si bien mucha gente me conocía, nunca había visto a gente que murmuraba cosas cuando me veían.
Fruncí el ceño y me senté en mi mesa. Instintivamente, mi mirada fue a la mesa de Hufflepuff, y vi que Cedric también me estaba viendo.
¡Mierda! No tendría que haberlo visto, se supone tengo que olvidarlo. Tenía una sonrisa, pero no una de las que siempre llevaba por cortesía, era una gran sonrisa, incluso demostrando diversión. Fruncí el ceño, este se tocó el cuello con su mano y entonces me di cuenta que continuaba con su bufanda. Me puse roja y desvié la vista de inmediato, ya entendí la razón de por qué me observaban tanto mientras caminaba.
-Ya hablaremos- la voz de Mónica en mi oído me exaltó y pegué un pequeño salto.
-¿A qué te refieres?- pregunté, pensando que me había visto mirar a Cedric.
-Hannah Abbott lleva puesta su bufanda- dicho esto, Mónica volvió a hablar con Roma, una amiga nuestra, ya que los demás de nuestro grupo se encontraba en Hogsmeade y almorzaron allí.
Rápido, me quité la bufanda de Cedric, desenredándola como pude, despeinando todo mi cabello en el proceso.
"MM"
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Essential-Cedric Diggory
FanficDiana Amarount. La chica de Gryffindor valiente y divertida, a la que nada le preocupa. ¿Qué pasaría si descubrieran que hay algo que la saca de quicio? O alguien más bien COMENZADA: 1-2023 TERMINADA: 9-2023 OFICIALMENTE EDITADA, PRÓXIMAMENTE SECUEL...