Essential-Cedric Diggory

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Chapter Twenty Four
Sunset Part Two

Cedric's Pov:

Eran las 10 de la mañana y yo tenía ánimo suficiente como para luchar contra el mundo. Desearía estar del mismo humor en todas las pruebas del torneo, era como si de alguna manera Diana lograra recargar mis energías, o renovarlas. 

Caminábamos entre la oscuridad y nos escondíamos entre risas en cuanto aparecía alguien de Hogwarts a nuestra vista. No dejaba de observar la manera en la que estaba vestida, de alguna manera aquel atuendo en cualquier otra persona se vería tan simple, pero en ella destacaba, todo podría destacar. La llovizna se intensificaba un poco hasta que se estableció como una lluvia suave.

A medida que pasábamos por las calles de Hogsmeade, lográbamos ver decenas de parejas dadas de la mano y caminando por allí, coincidentemente eran aquellas las ocasiones en donde Diana se sonrojaba y dejaba de hablar, lo cual me hacía sonreír como un idiota y esperaba con todas mis fuerzas que ella no se diera cuenta.

Entrábamos en tiendas conocidas, pero en cuanto alguien que conocíamos entraba, nos escabullíamos y escapábamos, en cierta forma aquella clandestinidad que teníamos era viciante y adictiva.

-Creo que compraré más varitas de regaliz- dijo Diana en cuanto entramos a Zonko

-las ranas de chocolate son mejores- rebatí, tomando dos empaques de esta.

Diana se dio vuelta, con al menos 5 varitas de regaliz en su mano y observándome como si acabara de insultar a su madre.

-por supuesto que no.

-por supuesto que si.

-¿me estás diciendo que prefieres una rana de chocolate, la cual la mayoría de sus veces se escapa, a una deliciosa varita de regaliz?

-es exactamente lo que te estoy diciendo- le respondí con una gran sonrisa, lo cual la irritó aún más- además, a mi nunca se me escapó una rana de chocolate, soy muy ágil como para que se escapen.- Diana rodó los ojos y miró con desprecio los dos paquetes que tenía en mi mano.

- pues qué malos gustos tienes.

Esta vez rodé los ojos yo. Ay Diana, es imposible que mis gustos sean malos si la que me gusta eres tú.

Estaba por rebatir, pero la puerta de Zonko se abrió, dejando ver a dos chicos que eran de mi casa. Rápidamente Diana se alejó de mi, haciendo como que si revisaba una estantería. Yo miraba fijamente a mis ranas, como si fueran lo más interesante del mundo.

-¡Hey, Diggory!

- Hola... Tyler, ¿verdad?

-si, si, soy Tyler. Falta poco para la segunda prueba, ¿no es verdad?- sonreí cortésmente, tan educado como siempre cuando en realidad solo esperaba que se fuera para seguir hablando con Diana- te deseo lo mejor, Ced. Apuesto que le darás la victoria a Hufflepuff- dicho esto me dio dos palmadas en el hombro antes de irse.

Pagué por mis ranas de chocolate, levanté la vista y vi que el otro chico que había entrado comenzó a charlar con Diana. De hecho era Mike, un jugador de Quidditch que escogí el curso pasado para cazador. Alcé una ceja, pero volví a mi sonrisa cortés en cuanto el chico se dio la vuelta y comenzó a saludarme.

Una vez más, habíamos quedado tan solo Diana y yo. Me acerqué

-¿lo conoces?

-¿te sorprende? Es un Cazador de Hufflepuff.

-eso lo sé, lo he escogido para que lo sea- Diana rodó los ojos.

-claro, claro. El gran capitán de Hufflepuff- exageró .