A la muerte de Baelon Targaryen, sus tres hijos Viserys I, Daemon y Daenyra se convierten en posibles herederos al trono.
Donde Daemon Targaryen y su hermana Daenyra Targaryen están decididos a luchar por el trono de hierro O Donde Daemon Targaryen...
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La sonrisa de Daenyra desapareció cuando divisó frente suyo a Rickon Stark.
Su prometido.
El hombre con el cual pasaría el resto de sus días próximamente.
Lo miro y él le devolvió la mirada. Ambos estaban extrañados de encontrarse ahí. Más que todo, Daenyra sabía que no estaba tan mal verlo a él, un hombre en una casa de placer. Pero verla a ella, una mujer que encima era princesa de la dinastía Targaryen en una casa de placer. Fácilmente, las cosas podían llegar a confundirse y si Rickon se le ocurriera dudar de la inocencia de la princesa...
Ella estaría en serios problemas.
— ¿Qué haces aquí, Daenyra?—preguntó Rickon y seguido, comenzó a mirarla de pies a cabeza. Asegurándose de que no esté herida —. ¿Estás bien?
— Lo estoy... yo solo... —no sabía qué decir. Normalmente, Daenyra era excelente inventando mentiras y muchas veces, ella admitía que manipulo a las personas con su bonita sonrisa. Pero ahora, no sabía qué decir —. Yo solamente estaba paseando por aquí.
— ¿En una casa de placer? —pregunto extrañado Rickon y río después —. No deberías estar aquí.
— En eso estamos de acuerdo —dijo y salió rápidamente. Rickon la siguió.
— ¿Tu abuelo sabe que estás aquí?
— No —negó y después frunció el ceño —. ¿Cómo me reconociste?
— Es fácil reconocer tu presencia en cualquier lugar, Dany.
Ella continuó frunciendo el ceño. Nunca nadie le había dicho tal cosa.
— No deberías estar aquí a esta hora —continuó regalando Rickon, como si se tratara de una niña de cinco años —. Es muy peligroso que una mujer esté por estas calles solas.
