38. La caída del Dragon

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 Paso mucho tiempo para que Daenyra terminara de acostumbrarse a vivir en el lugar

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Paso mucho tiempo para que Daenyra terminara de acostumbrarse a vivir en el lugar.

Sus hijos Baelon, Maegor y Aegon trataban de ayudarla durante la mañana en los quehaceres de la casa. Limpiaban, ordenaban sus habitaciones y después cooperaban a madre a recolectar plantas y juntos, con Balerion acompañando, caminaban hacia las orillas del mar para poder cazar peces y una que otra concha marina.

Luego, los tres niños iban hacia el patio y jugaban con aquellos dragones; Gato, dragón y azul, eran los respectivos nombres de los dragones de los niños plateados. Daenyra ni siquiera recordaba que los dragones debían tener nombres; los pequeños animales estuvieron alrededor de los niños durante los primeros años; la platinada temía que, en cualquier momento, sus hijos podrían ser devorados por los animales, pero pronto descarto esa idea una noche cuando los bebes dormían en un montón de pajas en el suelo y Daenyra había visto a los dragones acurrucarse con ellos.

Desde entonces, los mantenía cerca. Además, sus niños les pusieron nombres a los animales, porque no sabían como llamarlos cuando querían jugar. Gato era de Baelon y le puso de esa manera porque era de los pocos animales que Daenyra recordaba. Les hablo de los gatos, unos animales pequeños y de colores que decían «Miau», sus hijos reían cada vez que la princesa bromeaba con los sonidos. Después, le siguió Dragón, quien era de Maegor... según el niño, era lo más fácil y alego diciendo que estaba cansado de pensar (su niño Maegor era el más flojo de los tres, pero Daenyra lo amaba de igual forma), y por ultimo; Azul, el dragón del pequeño de sus hermanos; Aegon. El niño era el último en nacer y le puso ese nombre en honor a su color favorito.

Eran buenos niños y los días eran más felices con ellos. Pero a la vez, Daenyra se sentía desolada y triste. No podía evitar preguntarse todos los días, ¿habría alguien que la estaba buscando? ¿tenía familia? o la peor pregunta que se hacía durante los días... ¿existían personas aparte de ella?

Sabía que en el lugar donde estaba había sucedido algo malo. Con el tiempo, el clima mejoro y el humo en el ambiente se esfumo. El fuego se redujo y eran pocas zonas consumidas por el fuego. Y sumándole a ello, dos giros completos del sol después de que Daenyra se asentara en la zona, la vegetación comenzó a crecer levemente. Era como si su llegada habría traído finalmente la paz en el ambiente.

Balerion era de los pocos animales de su especie que continuaba a su alrededor. Daenyra salía con el animal cada tres días y aprovechaban de matar a esas bestias de cuernos y dientes afilados. Balerion era dócil y un animal amable con sus hijos.

Al otro lado del océano, el hijo de Rhaenyra y Daemon cumplía siete años.

Él bebe de nombre Viserys, nació durante la primavera. Era un bebe regordete y chillón, el pueblo lo había nombrado como el príncipe de la primeravera, seudónimo que alguna vez tuvo el padre de Daemon; Baelon. El niño era amado por su abuelo y mimado por sus hermanos. Harwin Strong mantenía cierto resentimiento con el niño, pero su amor por Rhaenyra Targaryen era tan grande que elegía ignorar la existencia del niño. Jace y Luke, los niños mayores de Rhaenyra, se sentían aislados y decepcionados de su madre. Además, la mayoría de las personas suponían que Viserys sería el heredero, dado el hecho de que su madre dijo que no quería entregar la carga a Jacaerys.

THE LAST GREAT DYNASTY | House Of The DragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora