39. La huida del Dragón

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Cuando recobró la consciencia, la luna estaba en su punto más alto y el frío invadió sus huesos

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Cuando recobró la consciencia, la luna estaba en su punto más alto y el frío invadió sus huesos. Su cabeza comenzó a doler y punzar como si un animal la hubiera arrojado brutalmente contra el árbol y... oh, eso es lo que paso.

Se enderezó sobre el conjunto de ramas que simulaban ser una cama y se llevó las manos a su rostro intentando masajear y calmar el dolor de la zona.

— ¿Niños? —preguntó en alto recordando que sus hijos habían estado con ella en aquel momento.

No tuvo que volver a hablar cuando tres hombrecitos entraron corriendo a la habitación. Maegor y Aegon lloraban desconsolados mientras que Baelon intentaba retener las lágrimas. Era el mayor y necesitaba ser fuerte por sus hermanos.

Sus hermanos menores se abalanzaron a su madre abrazandola. Daenyra estuvo dormida por alrededor de catorce horas donde en el trascurso del momento, Maegor y Aegon estuvieron llorando, mientras que Baelon se limito a cuidar de su madre y vigilar si continuaba respirando o no. Balerion los habia ayudado a traerla a la casa donde habitaban y cuando el dragón de su madre los vio con ella, se puso como loco queriendo agarrarla. Baelon temia del dragón, era negro y parecia como si sus ojos te siguieran todo el tiempo, pero en ese momento el era el responsable y se planto frente a la temible bestia calmándolo y diciendole que ellos cuidarían de ella. Al final, el dragón negro como el carbón aceptó y reposo en el suelo vigilando los movimientos de los hijos de su jinete.

Baelon estaba asustado y aterrado. ¿Que pasaria si su madre muriera? Estaban solo los cuatro y sin su madre... estaba seguro que no vivirían por mucho tiempo. Se dispuso tranquilizarse y durante el día; preparó comida y cuido de sus hermanos. Tenia nueve años y no es como si pudiera cocinar maravillas... asi que simplemente se limito a tomar algunas frutas y cortarlas para evitar que sus hermanos se atraganten con sus lagrimas y la comida.

Cuando Daenyra despertó, sintió el alivio recorrerle desde los pies a la cabeza. Estaban a salvo.

Devolvió el abrazo a sus hijos mientras su ropa se mojaba con las lagrimas de los niños. Fue cuando Daenyra elevo la vista y miro a su hijo mayor plantado frente ella retiendo las lagrimas. La platinada sonrio con ternura y abriendo mas sus brazos, lo invito a unirse al apretón de brazos entre familia. Baelon se permitio derramar sus lagrimas por primera vez, y en ese momento; comenzó a sollozar en los brazos de su madre tal cual como sus hermanos lo hacian.

Daenyra acaricio los cabellos de los tres e intento tranquilizarlos.

— Tranquilos, mis niños —dijo —, me hacen recuerdo a mi hermano, Daemon, cuando el lloraba y yo... —se detuvo en ese instante.

Sus hijos continuaban llorando, pero, en su cabeza, comenzaron a reproducirse momentos. Llegaron tan rapido que no pudo evitar gemir del dolor, dejo de acariciar a sus hijos para llevar sus manos a su rostro. Baelon se alarmo en ese momento.

THE LAST GREAT DYNASTY | House Of The DragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora