44. El Lobo y el Dragon

672 83 16
                                    


Cregan Stark asumio el cargo como Lord de Winterfell a la edad de trece años

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.






Cregan Stark asumio el cargo como Lord de Winterfell a la edad de trece años.

Los acontecimientos ocurridos durante esa noche; para la mayoria de las personas era algo impreciso. Todos los rumores que se esparcieron alrededor de los siete reinos llegaban  a una misma conclusion, Bennard Stark era un traidor y merecía la muerte. Cregan Stark fue alabado por benevolencia hacia su sangre cuando comunicó que los hijos del antiguo matrimonio de Lord Benard no serían asesinados, si no que serían enviados a la muralla para servir a la guardia nocturna por el resto de sus días. Del traidor de su padre, no se habló mucho...

...tampoco había cuerpo por el cual decidir qué hacer.

Otra cosa que también se decidía era que Cregan Stark no hubiera llegado al poder si no hubiera sido de la ayuda de un dragón. Cuando los rumores llegaron al sur, se sintió una confusión extraña por parte de las palabras escuchadas.

¿Un dragón? ¿En el Norte?

Parecía imposible de creer. Los dragones no visitaban el Norte desde los tiempos de la Reina Alysanne, la esposa del antiguo Rey Jaehaerys quien precedió a Viserys «el pacífico». El rumor de un dragón se desacreditó poco después, pero la persona quien prestó más atención aquellas palabras que salían de las doncellas de la Fortaleza fue Otto Hightower.

Entonces después de todo, él sabía que Daenyra regresó. Cuando pensó que realmente la perra se había ido por fin, volvía. La carta que Lord Bernard le proporcionó antes de que fuera apresado por su sobrino Cregan, no especificaba mucho. Simplemente decía que la princesa fue vista después de diez años en Winterfell y pedía instrucciones sobre qué hacer con la princesa. Otto quedó pasmado al principio cuando leyó las palabras escritas. Daenyra... diez años sin ella se habían sentido felices, al menos para la Mano del Rey. En cambio, para Alicent se sentía fugaces.

Cada noche recordaba a su madre cayendo del barco y su cuerpo impactando contra el mar. Después; la nada.

La tristeza vivía en ella y la mujer que su madre crio con tanto empeño y dedicación, finalmente desapareció. Aegon creció para ser un joven formidable de once años. O bueno, es lo que Alicent deseaba creer. Su hijo mayor y su primogénito, resultó ser un niño malcriado y descortés. Era vulgar y gustaba mucho del vino, para la mala suerte de la Reina Hightower. A ese niño le siguió Helaena, su niña de nueve años, quien para su desgracia resultó un poco... trastornada. No era caprichosa o mimada como las demás damas de alta alcurnia, su hija era... rara. Si, a Alicent le costaba entender como ella nació y creció siendo una dama normal y sus hijas eran una completa desdicha. Su último niño fue un bebé sano y fornido a quien llamó Aemond (secretamente, el niño recibió el nombre en honor a Daemon... una persona que Alicent odiaba pero su madre llegó amar), quiso honrarla de algún modo.

Y la Reina después de tantos infortunios, la vida pareció sonreírle cuando Aemond resultó un niño centrado y estudioso que gustaba disponer de su día en la biblioteca y practicando con la espada. Sir Criston solía comunicarle a la Reina que el niño tenía un talento innato en el manejo de las armas y los Maestres le decían que era un erudito.

THE LAST GREAT DYNASTY | House Of The DragonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora