CAPITULO 1. UN DRAGÓN SIN ALAS.

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Mi vista estaba nublada, no sentía mis piernas y el dolor que sentía en el torso era insoportable; estaba confundido y mareado, con un sabor metálico en la boca que se combinaba con unas nauseas y dificultad para respirar por la sangre acumulada y derramada en mis pulmones, tenía los ojos entre cerrados y obscurecidos por la sangre que los había empapado y lo único que podía escuchar era un zumbido combinado con un pitido que privaban mi sentido de audición; Mis ultimas fuerzas las gaste cuando me aleje de aquel sitio arrastrándome, dejando detrás de mi un rastro de sangre y a pesar de estar totalmente herido y tener múltiples contusiones en la cabeza logre moverme unos cuantos metros. Sabía que vendrían a buscarme para recoger mi cuerpo, porque lo mas seguro es que ya me habían dado por muerto, y no tardarían en venir a buscarme, algo que no podía ser nada bueno, pero mientras ellos buscaba un cadáver, yo seguía agonizando lenta y dolorosamente, lo cual complicaba y reducía considerablemente mis oportunidades de escapar, pero aunque no podía ni siquiera mover el cuello y era obvio que me estaba desangrando, seguía aferrándome a la vida como nunca creí que lo haría, y seguí intentando hasta que cada musculo de mi cuerpo se diera por vencido... arrastrándome y moviéndome para alejarme aun mas y así poder buscar cualquier tipo de ayuda, pero todo fue en vano, no había avanzado ni 3 metros cuando el dolor y la debilidad me gritaron que me detuviera y después de varios intentos fallidos y unos desalentadores 4 metros de distancia recorridos, por fin me había resignado, ya no podía arrastrarme mas, me era imposible siquiera levantar la cabeza, el respirar era una agonía y sabía que era cuestión de tiempo para que mi corazón, que ya estaba bastante débil, se rindiera igual que el resto de mis órganos, ya para ese momento preferí cerrar los ojos y esperar que todo esto terminará, si las heridas no me mataban, el desangramiento lo haría, así que solo me tumbe sin hacer ya ningún esfuerzo , aun pensando en la persona que me hizo esto, alguien que nunca creí capaz de hacerme lo que me hizo... una persona que me enseñó sobre fortaleza y honor...y mientras yo moría, en mi empezaba a nacer un sentimiento de odio y enojo incontrolables hacia el, pero de que servía sentir enojo y resentimiento? Esas emociones que liberaban una ira ardiente en mi debieron haberse presentado momentos antes, quizás hubiera podido darle pelea, pero no... fue bastante lamentable y humillante, y como ya dije, toda esa adrenalina era inútil ahora, toda mi fuerza había quedado derramada junto con la sangre que chorreaba de mis heridas, solo quería morir de una buena vez y dejar de sufrir. Por fin después de unos agónicos 4 o 6 minutos en el frió nocturno y cubierto por un manto de oscuridad, sentí como me desconectaba de mi cuerpo y como muy sutil y lentamente entraba en un estado de inconsciencia, y lo único que me vino a la mente en ese instante de des conexión de mis sentidos y de toda clase de dolor fue: "al fin descansare"... y realmente no fue del todo como yo creí. Todo se puso obscuro, mis sentidos se apagaron, y mi sistema nervioso dejo de responder en su totalidad, supongo que es lo que se siente al morir, fue algo frustrante que simplemente todo se halla tornado negro, o al menos por unos segundos, porque pude comprobar en carne propia la creencia popular y teoría de que tu vida pasa frente a tus ojos cuando mueres, un recordatorio de que ya no perteneces a este mundo y por alguna razón tu subconsciente te deja disfrutar por ultima vez de tu recorrido por este mundo...y te da una probadita de lo que fue tu vida, aunque aun no puedo describir lo que paso, lo único que puedo asegurar es que lo que vi me trajo mucha paz, una sensación de seguridad indescriptible que me recordó una época muy bella de mi vida, la flor de la misma en su mayor esplendor, pero de repente...

De la nada, comencé a escuchar ruidos, que al principio se escuchaban sofocados y ahogados, pero poco a poco comencé a escuchar de forma clara, lo que parecía ser una conversación entre dos personas, y yo estaba totalmente consciente pero seguía en aquel lugar obscuro y desolado, y lo único que realmente respondía en ese momento era mi sentido de audición; solo podía escuchar, mas no podía moverme ni abrir los ojos y mucho menos hablar, y eso empezó a generar pánico en mi, pero algo me calmo, una voz me calmo; La conversación era entre dos personas, una voz masculina y otra femenina con un acento suizo levemente marcado.

Close to an angel ( Genji x Mercy )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora