Close to an angel ( Genji x Mercy )

CAPITULO 30. VIEJOS AMIGOS.

No hay un solo momento en el día en el que no piense en ti Angela, ni tampoco un solo momento en el que no me sienta mal por esto, ¿Pero si no actuó ahora, cuando entonces?

Desde que el alba ilumina mi habitación hasta que la luna me anuncia el final del día. Tu eres la luz que alumbraba ese pasadizo oscuro al que nunca pude encontrarle un fin, y no quiero ser yo quien apague esa luz. No se para cuando te llegue esta carta, pero para entonces quiero que sepas que los días que transcurran mientras esperas, estoy escribiendo con el corazón en mi puño, ¿Qué curiosos no?, tu fuiste la única que me recordaba que seguía teniendo el corazón de un hombre. Te amo Angela.

Sinceramente Genji.

Genji sujeto el pedazo de papel de color ocre y lo alejo sutilmente para apreciarlo desde un ángulo diferente. Una brisa de viento frío golpeo su rostro, lo que lo hizo abandonar su silla de roble tallada para poder cerrar la ventana que tenia a sus espaldas. Camino suavemente hasta el lugar y atranco la ventana. El silbido del viento ya no se escuchaba, solamente un suave golpeteo por fuera de la ventana de madera. Genji volvió a su asiento y miro una ultima vez su escrito. Lo colocó sobre un cuaderno de pasta gruesa y funda de cuero; una bitácora donde hacia notas sobre su día, sus pensamientos y sus disturbios mentales. Mientas esperaba a que la tinta secara camino hacia su cama, se tumbó sobre ella y comenzó a meditar y a recordar como fue que llego hasta ese lugar.

-Las actuales intervenciones políticas en contra de la organización de paz conocida como over watch dieron inicio esta mañana y aparentemente estamos a la espera de una posible diso...- La televisión se apagó. El control remoto fue colocado sobre la mesa de centro de cristal de la sala principal del pequeño departamento. Una canción de un grupo coreano comienza a sonar a un volumen lo suficientemente alto como para perturbar al vecino de arriba. El sofá más grande de tres plazas es ocupado en su totalidad. Esta a punto de abrir una bolsa de snacks cuando alguien toca a su puerta.

- Kuso...- Susurro la joven de cabello oscuro mientras levantaba la vista para mirar la puerta principal por encima del sofá-. ¡Ima ikimasu! – Se puso de pie y busco con la vista unos jeans azules que según ella había dejado por ahí esa misma mañana.

Nuevamente llaman a la puerta, pero esta vez con más fuerza.

-¡Isshun! -Exclamo y se levantó apresurada en busca del bendito pantalón; no quería que la vieran en pijama.

Nuevamente llamaron con mas fuerza que la vez anterior.

- ¡Ya voy! –Camino apresuradamente hasta la puerta, descalza y con una pijama conformada por un short algo ajustado y una playera holgada con un estampado de un zorro rojo tomando una taza de té.

Se postro frente a la puerta y después de corregir su expresión facial de molestia abrió ligeramente la puerta y asomo solamente su cara.

-Konbanwa...- No logro terminar su saludo de buenas noches cuando sus ojos se abrieron como platos al ver de quien se trataba.

- ¿Qué ocurre?, ¿parece que viste a un fantasma?- La voz burlona de Genji resonó por el pasillo que conectaba todos los apartamentos.

- ¡¿Genji?! ¡No es posible!

-También te extrañe Kiriko -Dijo el ninja con aire de nostalgia.

-Genji...-Kiriko asomo el cuerpo completo y abrió la puerta en su totalidad al sentir esa calidez de ver vivo a quien fue su mejor amigo en la infancia y parte de su adolescencia. Soltó la perilla de la puerta y puso sus dos manos sobre su boca, aun tratando de digerir lo que sus ojos veían.

-Creí que estarías más feliz de verme –Bromeo Genji.

Kiriko movió la cabeza de lado a lado aun con las manos en su boca, y sin decir una sola palabra más se arrojó sobre Genji y lo rodeo con ambos brazos. El ninja quedo estupefacto ante el abrazo tan repentino de su amiga, pero lo estaba disfrutando como nunca creyó que lo haría. Los sollozos de Kiriko rompieron el silencio que se había formado tras el abrazo.