Genji:
Apenas pude esbozar una maldición en mi mente cuando la bala ya estaba a 5 metro de mi cara. Rápidamente rodé por el suelo y evadí el disparo que alcanzo a rosar mi hombro sano. Levante la mirada y la francotiradora de nuevo había cambiado de lugar; ya se había esfumado. Pero esta vez fue muy lenta, pues logre verla escalando un toldo que cubría unas escales de algún restaurante o bar. Estaba a punto de lanzarme a por ella cuando de entre los gritos del comunicador, la voz de Cassidy despertó aún más mi instinto de alerta.
- ¡NO VAYAN A DEJAR QUE SE ACERQUE! -. Exclamo Cassidy.
De entre las sombras y moviéndose con una rapidez parecida a la mía, emergió una siluete también femenina que se deslizaba velozmente por las paredes y se desplazaba con elegancia por los techos. Llevaba también el uniforme de Talon y dos cuchillas que brillaban de un color rojizo amenazante en los laterales de cada antebrazo.
- ¡Cuidado con la unidad Asesina! - Fuera la primera vez que escuche a Moira gritar.
Se les unió a los soldados y fue directo a por Reyes, quien a duras penas se había quitado a varias unidades terrestres de Talon. Cassidy corrió en su ayuda y yo no sabía si debía dejarlo solo o ir a ayudar.
- ¿¡Cassidy, seguro que pueden solos!?- La respuesta la necesitaba ya.
- ¡Tu encárgate del francotirador! - Contesto. Se escucharon los ensordecedores ruidos de su revolver.
No respondí-aunque claramente me sentí algo preocupado por Cassidy- y me lancé en dirección de mi presa. De un salto cruce la distancia que me separaba de los escalones y del otro edificio. Corrí escaleras arriba, y ahí estaba la francotiradora apuntando a alguno de mis compañeros. Mis pisadas de por si son imperceptibles, por lo que, combinadas con el rugido de la encarnizada batalla, estas quedaban totalmente silenciadas. Desenfundé una ronda de Shurikens y extendí el brazo, pero justo en eso momento la francotiradora se giró al completo en mi dirección y me apunto casi al mismo tiempo que yo flexionaba el brazo para lanzar los shurikens. Ambos sabíamos que el perdedor se definiría por puntería y no por velocidad. Los dos disparamos casi al mismo tiempo, pero mis shurikens fueron más rápidos y precisos, y basto que uno solo impactara en el rifle para desviar el disparo. Y de un movimiento rápido, desenfundé mi katana eh hice un corte vertical en sus piernas al deslizarme a unos de sus costados para dejarla inhabilitada. Escuche un grito ahogado y acto seguido quedo inconsciente presa del dolor; pero para estar seguro, destruí el arma con la katana y me aleje de ahí corriendo.
Rompí innecesariamente una ventana para salir del edificio, y de inmediato observé a Reyes, Cassidy y Moira rodeados por unidades de Talon y por el nuevo enemigo que merodeaba ágilmente entre los tejados de los edificios y casas.
Me lancé delante de ellos y comencé a desviar disparos y a servirles como cobertura, ellos no eran estúpidos y entendieron al instante lo que pretendía hacer: Resistir los constantes ataques de plomo mientras ellos eliminan a la unidad nueva...pan comido, ¿no?
Narrador:
Cassidy se giró para buscar a la nueva unidad de Talon que había aparecido, pero no logro encontrarla, por lo que de forma rápida se puso de espaldas con sus otros dos compañeros para no tener puntos ciegos.
- ¿La vez? - Pregunto Reyes.
- ¡No hay rastro de ella!
-Nada por acá- Aclaro Moira.
Pero repentinamente y como una respuesta a sus dudas, la unidad asesina de Talon emergió desde la oscuridad de la noche; ninguno la vio venir. La unidad aterrizo y ataco al mismo tiempo. En su rango de ataque se encontraban Reyes y Moira, quien logró evadir por milímetros la hoja afilada de la asesina, pero Reyes no tuvo la misma suerte y recibió un corte en el abdomen. Su alarido se mezcló con el chirrido el metal golpeando con ferocidad.
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Close to an angel ( Genji x Mercy )
Fiksi PenggemarSu legado familiar esta construido a base de sangre y corrupción, y una traición que casi acaba con su vida por pare del único ser en quien el confiaba han roto por completo su espíritu y toda su humanidad, la única cura para esa amargura sera un á...