CAPITULO 4. MI PROPIA GUERRA.

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Angela:

Aun recuerdo cuando tenia 7 años, cuando aun vivía en Suiza, La crisis Omnica llevaba ya mucho tiempo devastando a toda la humanidad, miles de vidas se perdían cada día a causa de las maquinas...Aun recuerdo a mi padre diciéndonos a mi y a mi madre que todo estaría bien...

La crisis no era un problema tan apocalíptico en Suiza, claro, sufríamos los efectos secundarios de cualquier guerra, entre ellas la mas notable fue la escasez de alimento y de trabajo; pero lo peor de todo ese conflicto, era sin duda alguna cerrar los ojos cada noche con el temor de despertar y encontrar toda la casa hecha pedazos... y el terror era aun mayor para una niña de siete años que nunca había escuchado el rugido de un arma de fuego... sentía que en cualquier momento aquella guerra azotaría mi ciudad; mis padres también tenían mucho miedo, por mi, por el futuro, por nuestras vidas...siempre que les preguntaba acerca del tema decían que todo estaba bien, pero aveces por la noche, cuando me quedaba mirando las estrellas de goma fluorescentes que iluminaban toda mi habitación desde el techo, podía escuchar a mis padres hablando de lo mucho que se preocupaban por mi educación, por el dinero, por la guerra...por mi... Sabia que debía ayudar de alguna manera, o al menos aportar de alguna forma, pero ellos insistían en que solo continuara estudiando; algo que se me da muy bien.

Aquella tarde regresaba caminando de la escuela, que quedaba a pocas calles de mi casa y como casi siempre, me encontraba caminando sola por la calle. Aun recuerdo que esa mañana mi mamá se sentía mal, le dolía el cuerpo y la cabeza, al parecer se trataba de un resfriado cualquiera.

-¿Angela, ya casi terminas tu desayuno?-dijo mientras secaba la bajilla.

-Sip, ya casi, ¿tu no vas a desayunar mami?- la mire con intriga.

-Oh, ¿yo?, No cariño, creo que tomare una siesta primero y luego comeré algo cuando despierte, pero tu ya deberías estarte lavando los dientes- me dijo con una sonrisa en la cara, tratando de ocultar las ojeras que se le formaban por la falta de sueño acumulada sobre sus parpados inferiores y pómulos.

Ella y mi padre trabajaban demasiado para seguir pagando mi colegiatura, pero mi mamá en especifico trabajaba en un turno nocturno, pues volvía a eso de las 4 am a casa, y mi padre comenzaba su jornada a las 5, haci que el la recogía y después se dirigía a su trabajo. Mi mamá nunca descansaba bien y solo podía dormir unas 3 horas antes de levantarse para hacerme el desayuno, y a veces no se levantaba y yo solita me preparaba algo de comer eh iba hasta su cuarto para darle un beso de despedida en una de sus mejillas ruborizadas.

-¿Que tienes mami? ¿Te duele algo?- lleve mi plato hasta el fregadero.

-Solo me siento un poco cansada y con dolor de cabeza- saco la tetera del fuego de la estufa y lleno mi termo rosa; con un estampado de curitas hasta la mitad, para luego ponerle una bolsita de te de eucalipto.

-No es la primera vez que te sientes así...deberías ir al doctor- empecé a caminar hacia el baño para lavar mis dientes

-Pues cuando seas doctora tu me curaras de cualquier cosa, de eso estoy segura mi niña-Me sonrió mientras giraba la tapadera del termo para cerrarlo

-¡Siii! ¡Yo te voy a curar mami, a ti y a papi y a todos!-

-Seguro que si, pero para eso necesitas estudiar mucho, y no llegar tarde a la escuela- dejo salir una pequeña risa.

Mi mamá me llevaba a la escuela todos los días por la mañana, excepto cuando se quedaba dormida, y en las tardes cuando salía del colegio, yo regresaba sola a casa, pero eso no le preocupaba mucho a mi madre porque nuestra ciudad siempre había sido muy tranquila.

-Adiós mami- le di un beso en la mejilla y me jire para entrar a la escuela.

-Hasta luego Angela, si dices adiós, parece una despedida, y yo te voy a volver a ver después- me dio un beso en la frente- cuídate mucho y presta atención

Close to an angel ( Genji x Mercy )Donde viven las historias. Descúbrelo ahora