Evadiendo El Destino (Revalink)

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Cuando abrió los ojos devuelta estaban frente al santuario del pueblo, era aún de noche y no había nadie a la vista, seguro Teba había regresado al rango de vuelo sosteniendo su promesa de solo volver al pueblo cuando Medoh cayera del cielo, y bueno, Vah Medoh seguía surcando los aires sobre volando el pueblo pero ahora en un azul más tranquilizante y de forma continua.

"¡Ayuda!"

Gritó con fuerza cuando se dió cuenta que realmente no había nadie despierto que acudiese a ellos, Revali seguía vivo, pero los estremecimientos de su cuerpo y los jadeos de dolor no eran buena señal, a diferencia de Mipha las heridas infligidas contra la ira no habían sanado en esos cien años de encierro y se miraban igual de frescas como si hubiera sido atacado hace unos segundos.

"¡Por favor alguien!" Volvió a gritar ahora con mayor urgencia, su propias heridas no le permitían llevar a su esposo más allá del relleno donde estaba el santuario a penas sosteniéndose en pie pasando una de sus alas sobre su cuello y sosteniendo el resto del cuerpo inerte del campeón orni con sus brazos apretando su cintura.

"¡Tranquilo niño ya estamos aquí!" Soltó el aire que estaba reteniendo cuando un Hart ya vendado y una Saki preocupada llegaron al lugar, seguro estaba sin poder dormir aguardando por su tercer esposo o alguna señal de la pelea.

"¿No me digas que es...?" Link negó cuando los ojos de Saki volaron hacia el otro orni, su mala vista nocturna podía jugarle una mala pasada creyendo que era el guerrero albino.

"No es Teba..." Suspiró un poco más tranquilo Hart sin embargo no lo detuvo para acercarse a Link con rapidez intentando sostener el cuerpo entre su espalda "¡Ayudame Saki!"

"¡Si!" La mujer pasos amabas alas por el costado del campeón terminando de quitar el peso de Link.
"Hay que llevarlo con el curandero, sus heridas están demasiado expuestas"

Y lo que sucedió después paso demasiado rápido, en menos de segundos se encontraba corriendo detrás de ambos Orni que cargaban a su esposo pueblo abajo, hasta llegar al último nido el cual era significativamente más grande, casi como los otros locales ¿Cómo es que no se había dado cuenta antes? Alejó este cuestionamiento concentrándose en como un orni de mayor tamaño de plumaje gris los recibió con ojos abiertos, agradeció que no cuestionara y ordenó que lo colocarán sobre una camilla un tanto concava muy distinta a las hylianas que había visto.

"Necesitaré que salgan por un momento, debo revisarlo" Su voz era demandante y aún con duda no tuvo más opción que obedecer y salir del lugar junto a los otros dos orni.

"Tranquilo, sea quien sea, estará bien, Kanel es el mejor médico de la zona, está en buenas manos" Solo asintió en respuesta ante Saki quién había colocado de forma gentil una de sus alas sobre su hombro, no podía negarlo, estaba nerviosa por el estado de su esposo, Mipha había logrado sanar con rapidez pero eso había sido gracias a su plegaria y poder curativo pero Revali...

"Iré con el anciano, debe estar a tanto de esto" Comentó Hart, Link solo lo vió una última vez con una mirada de cuestionamiento antes de subir escaleras arriba, sabía que demasiado pronto toda fachada colocada caería, pero no importaba, ahora solo deseaba que Revali estuviera fuera de peligro.

No fue hasta ya entrada la mañana cuando Kanel, el orni de plumaje gris lo dejó pasar de vuelta al nido con el pretexto de que tenía que atender también sus heridas, Link no se había prestado atención pero varias cortadas cubrían su rostro y brazos por los vientos afilados de la irá, siseó de dolor cuando el algodón con ungüento paso por las heridas pero no sé inmutó, no podía despegar la mirada de Revali que seguía colocado en la camilla ahora sin armadura, su plumaje seguía revuelto, sus trenzas habían sido desechas y su cabello caía en cascada por debajo de sus hombros desparramándose en la camilla, su respirar era más continua y las heridas habían sido correctamente curadas ahora envueltas en múltiples vendajes blancos, solo le preocupaba el ala derecha que ahora estaba colocada en un tabique, sabia de alguna manera sobre los huesos frágiles de los ornis, tardaría algunos meses en sanar correctamente si es que tenía suerte de que las fracturas fueran limpias, pero rápidamente desechó ese pensamiento, tenía que ser positiva.