26

258 25 13
                                    

¿Cuánto tiempo había pasado?

Realmente hace mucho que había dejado de sentir los segundos, minutos y horas correr entre la oscuridad que lo aprisionaba, el sol y la luna subían y bajaban del cielo en lo que parecía un solo parpadeo, hace tanto que había perdido la noción de la realidad sin importarle en llevar una cuenta, después de todo, ¿De que le servía a un muerto?

Al principio cuando la oscuridad lo tragó solo para escupirlo de vuelta sobre Medoh creyó que estaba soñando, una horrible pesadilla, pero solo bastó observar la palidez verdosa que se desprendía de su plumaje y los restos de malicia a su alrededor para darse cuenta de la cruel verdad, había fallado, no pudo cumplir su promesa y había muerto en un intento desesperado de librar a su bestia divina de la horrible criatura de Ganon para alcanzar a su amado caballero.

Aún podía recordar el mar de dolor que atormentaba a su desdichada alma, ¿Como no hacerlo? Cuando todo el reino estaba devastado debajo de él, Vah Medoh había ayudado a eso, su propias bestia divina manipulada por la ira abrió fuego contra su propio pueblo derribando a cada orni que cruzara los cielos, por más que Revali intentó detenerla no lo logró y solo se quedó como un espectador más ante el horripilante escenario de su hogar envuelto en llamas.

Cuando todo acabo, solo la estructura principal fue lo que quedó, por unos días en silencio temió que todo su pueblo se había extinguido, sin embargo una noche varias luces bailaron desde abajo elevando al cielo grandes columnas de humo, había sobrevivientes, esto hubiera reconfortado un poco si no fuera por qué las diversas fogatas era en realidad para cremar los cientos de cuerpo dejados atrás por la calamidad ¿Alguno sería de Renn? ¿Alishat o su padre? Lamentablemente no tenía la posiblidad de saber de ellos y solo podía seguir lamentándose en silencio por todo lo que perdió y jamás volvería.

Después de todo no quedaba nadie convida para seguir con su misión, todos los campeón habían caído en menos de un día, eso incluyendo a la princesa y a su caballero, en tan solo un día el reino se volvió solo ruinas, ningún esfuerzo hecho en tantos años de entrenamiento había logrado frenar lo inevitable, toda alianza, planeación y preparación fue en vano, solo pudo quedarse paralizado en el interior de Medoh revolcándose sobre su propia tumba por lo que casi parecía una década mientras el sonido incesante de su señal de ayuda seguía sonando sin ser escuchada solo volviendo más angustiante la tortura de Revali.

Al menos no fue el único con ese lamentable destino, los demás campeónes compartieron su mismo final, no sabía si sentirse un poco reconfortado al no ser el único en fracasar o terriblemente mal por la agonía que sabía que estaban pasando quienes al final de su vida consideraba parte de su familia, sus almas de alguna forma estaban vinculadas, tal vez por las conexiones de las bestias divinas, no se podían comunicar con palabras entre sí pero si podían sentir las emociones fuertes que cruzaban por cada uno, la tristeza profunda de Mipha, el dolor de Urbosa por el destino de la princesa y sus tierras, y la confusion latente del jefe goron ante los hechos innegable, toda esa mezcla junto a sus propio angustia estuvo a punto de volverlo loco por los primeros años, hasta que solo quedó el sentimiento de resignación como de culpa, serían almas en penas por la eternidad siendo testigos del deterioro de la tierra lejos de ellos sin poder hacer nada para evitarlo hasta el final de los tiempos.

Sin embargo aún después de tantos años, él aún no podía resignarse al menos no de todo, ¿Cómo hacerlo? Cuando despertó como un mero espíritu bañado en una tenue luz verde aún guardaba la esperanza de que su caballero había logrado al menos salvarse junto a la princesa, que estaban refugiados en algún reino lejano esperando el momento indicado para contraatacar, pero un horrible tirón en su pecho le hizo saber que él también había caído además del castillo inundado de malicia con la criatura rugiendo en su interior, nada de lo que sacrificó logró evitar el destino del héroe, su esposa ya no estaba en esas tierras, aún no sabía cómo se había logrado mantener casi más de treinta años cuerdo, sin volver a ver la sonrisa del campeón, sin escuchar su voz o su cabello pajoso ser mecido por el aire, sin cumplir la promesa de volver a su lado ni de escuchar aquellas palabras que Link tenia reservado para él.

Evadiendo El Destino (Revalink)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora